El origen del olor proviene de los microbios que habitan en la piel del animal, como bacterias y levaduras. Estas producen ciertos compuestos orgánicos en forma de subproductos al interactuar con sustancias como el sudor, la grasa y otros elementos en la piel del perro. En condiciones normales, estos compuestos pasan desapercibidos. Sin embargo, cuando el perro se moja, el agua facilita la liberación de estos elementos volátiles, intensificando el olor y haciéndolo más perceptible para el olfato humano.
Además, los aceites naturales que protegen la piel del perro también juegan un papel importante en el proceso. Estos aceites, esenciales para mantener la hidratación de la piel y el pelaje, contribuyen a retener diversos residuos y partículas del ambiente, como polvo y polen. Cuando el pelaje se moja, estas partículas y aceites se liberan al ambiente en forma de olor, provocando la característica "fragancia" de un perro mojado.
Aunque este fenómeno puede resultar molesto, no representa un problema de higiene o salud para el perro. Sin embargo, si el olor es extremadamente fuerte o se presenta en circunstancias donde el perro no está mojado, puede ser señal de infecciones cutáneas u otras afecciones, y es recomendable consultar al veterinario para descartar problemas de salud.
Para reducir el mal olor, es útil mantener una rutina de higiene adecuada. Un baño regular, aunque no excesivo, ayuda a controlar la acumulación de aceites y residuos en la piel. Además, el uso de champús especializados para perros, diseñados para no alterar el pH natural de su piel, puede ser efectivo para evitar problemas cutáneos.
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Pero algunos/as nos obligan a tener que aguantar a sus amados perritos cuando vamos a la playa o rocas a nadar...y se te sacude un perro mojado justo al lado salpicando con ese olor a todos los que están alrededor. Me encantan los perros y he tenido pero pienso que nadie tiene porque aguantar a mi/tu perro.
Yo tengo alergia al pelo de perros, y aún así tuve dos durante 12 años,( capricho de mis hijas) ya no tengo pero cuando tengo alguno al lado, noto la alergia, por eso en el bus, no deberían ir perros.
El tener un querido animal en casa tambièn genera fuertes olores en la vivienda y que se nota nada más entrar pero que no perciben sus moradores.No digamos el olor nauseabundo en sofás,sillas,camas al permitir que se suban a ellos.(No hay nada más repugnante que te ofrezcan sentarte en un lugar lleno de pelos cuando vas de visita o entrar en un coche que huele a perro)...es antihigiènico,pero allá cada quien ya que el amor incondicional entre dueño y mascota bien vale no saber quien huele a quien.No todas las personas desinfectan y limpian a diario.Amo a los animales pero cada uno en su lugar.