Una casa inundada en Teruel. | Antonio García

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Las inundaciones son eventos naturales cada vez más frecuentes debido a factores como el cambio climático, la urbanización y las lluvias intensas. Muchas viviendas se encuentran en áreas susceptibles a inundarse, ya sea por su ubicación geográfica, el tipo de construcción o el estado del terreno en el que están edificadas. Existen ciertas señales que indican la vulnerabilidad de una casa ante las inundaciones. Identificarlas y entenderlas permite tomar medidas para reducir los riesgos y evitar daños en el hogar.

Una de las principales señales de susceptibilidad a inundaciones es la proximidad a cuerpos de agua como ríos, lagos o arroyos. Aunque estos cuerpos pueden aportar belleza al entorno, en época de lluvias fuertes o deshielos, suelen desbordarse, poniendo en riesgo las áreas circundantes. Las viviendas en zonas bajas o con escasa pendiente también son más propensas a inundarse, pues el agua tiende a acumularse en terrenos donde el drenaje es deficiente.

Otro indicador importante es el estado del sistema de drenaje de la zona. En áreas urbanas, las alcantarillas y sistemas de drenaje juegan un rol crucial. Cuando están obstruidos o no se les da mantenimiento adecuado, aumentan las probabilidades de que el agua no fluya correctamente y termine invadiendo los hogares cercanos. Los expertos recomiendan revisar periódicamente los desagües de la vivienda y asegurarse de que estén libres de residuos que puedan bloquear el paso del agua.

Las filtraciones en muros y techos, así como la presencia de humedad constante en sótanos o plantas bajas, también pueden señalar una susceptibilidad a inundaciones. Estas áreas de la vivienda suelen ser las primeras en sufrir los efectos de una acumulación de agua, ya sea por lluvias fuertes o por una elevación en el nivel del agua subterránea. El agua puede entrar a través de grietas o fisuras en los cimientos, afectando la estructura y favoreciendo la aparición de moho y hongos, que no solo dañan el hogar, sino que pueden representar un riesgo para la salud.

Finalmente, conocer el historial de inundaciones en la zona es esencial. Si en el pasado ocurrieron episodios de este tipo, es probable que el riesgo persista, especialmente si no se han implementado mejoras en la infraestructura de la región.