Una manera de sorprender a los invitados con propuestas variadas en las noches caseras o terrazas. | Pixabay

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Cuando el COVID-19 nos dé un respiro a lo grande y las autoridades lo permitan, las terrazas y las reuniones entre amigos (número ilimitado) protagonizarán más de una estampa. De hecho, este lunes se da un gran paso. Como anfitrión, uno quiere sorprender. La noche pone la temperatura ideal y nosotros la comida. Es habitual que la cocina take away haga a las veces de salvadora nuestra. Pero lo cierto es que hay multitud de platos que sorprenden por su facilidad. De hecho, ahí está el secreto. Estos platos dan sensación de habilidad. Mira qué bien le ha quedado esto. Y solo lleva cuatro cosas… Imaginemos, pues, que somos japoneses en el Mediterráneo.

- Ensalada capresa

Buenos ingredientes y sofisticada presentación. Esta es la clave para preparar platos sencillos. Entre ellos, la ensalada caprese. Colóquela en un vasito de cristal fino y empale los minitomates con palillos largos. Ponga unas perlas de mozzarella, como si fueran planetas orbitando. Aceite de oliva del bueno, sal y pimienta. Y entre nosotros, si los ingredientes no son sensacionales, ponga un poco de salsa pesto.

- Bocaditos de calabacín

Aunque no lo parezca, la magia está en los bocaditos, y no en el calabacín. Ideal para celebraciones en las que los invitados pasean por el jardín, errantes. Sueño de una noche de verano. Hágase con una mandolina fina y corte el calabacín en láminas. Que queden casi translúcidas. Luego, póngale un poco de imaginación al plato anadiéndole lo que prefiera. Atún, queso crema, gambitas…

- Chupitos de salmorejo

Ya sea salmorejo o gazpacho. Un buen gazpacho recuerda a una buena tortilla. ¿Cómo le quedará así de bueno?, nos preguntamos. Buenos ingredientes y servido frío. Y si la mandolina que ha comprado para los bocaditos de calabacín venía con varias medidas, ralle huevo sobre el gazpacho.

- Montadito de pollo

He aquí una de las mil maneras de cocinar el pollo. Una base de gofre –sí, de gofre– con cebolla caramelizada o mermelada de tomate; y el pollo gozando de semejante cama. Y un truco infalible: al rebozado póngale queso parmesano en polvo. El anfitrión tendrá el placer de ver cómo sus invitados comentan: ¿Tú sabes que le ha puesto?

- Crudité

Que crudité sea francés ya es un punto. La idea es la siguiente: verduras crudas, cortadas finas y con alguna salsa para acompañar. En esta preparación un buen corte de cuchillo es el cincuenta por ciento. El humus es un excelente acompañamiento para esta sofisticación francesa.

- Chocolate para el postre

Hecha la ley, hecha la trampa. Así ocurre muchas veces. ¿Hay que comer cinco piezas de fruta al día? No hay problema. Coja plátanos, fresas y naranja. Corte la fruta y sumérjala en chocolate fundente. Ensarte los trocitos con palillos y disfrute, nada más. Así de sencillo.