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La semana pasada estaba en Scratch en Cala Major y, con su novedosa versión de la tradicional cena navideña británica (en bandeja), probé un delicioso vino caliente. ¡Esto me hizo pensar en los mercados navideños alemanes que no se pueden imaginar sin ello!

El vino caliente especiado, conocido en inglés como mulled wine, es una de las bebidas más emblemáticas del invierno, especialmente en mercados navideños europeos. Sus orígenes se remontan a la Antigua Roma, donde se aromatizaba el vino con especias para conservarlo y realzar su sabor. Sin embargo, la versión moderna se popularizó en la Europa medieval, especialmente en Alemania, donde se le conoce como Glühwein.

Alemania desempeña un papel crucial en la difusión del Glühwein, que significa ‘vino que brilla’. Se cree que la tradición nació en el siglo XV, cuando los mercaderes alemanes añadían especias al vino para protegerse del frío.

La receta luego se extendió a otros países europeos, adoptando variaciones regionales que reflejan las tradiciones locales. Por ejemplo, en Escandinavia se le llama Glögg y suele incluir almendras y pasas. En Francia, el vin chaud destaca por su suavidad y aromas de cítricos, mientras que en el Reino Unido el mulled wine puede incorporar ron o brandy. Incluso en España, donde la tradición no es tan común, se puede encontrar en mercados navideños adaptado al gusto local con notas de canela y cáscara de naranja.

Variedades en diferentes países

Alemania: Glühwein, elaborado con vino tinto, canela, clavo y anís estrellado. En los mercados navideños se sirve en tazas decorativas.

Suecia y Noruega: Glögg, con cardamomo, almendras y jengibre, a menudo acompañado de galletas de jengibre (pepparkakor).

Reino Unido: El mulled wine incluye frutas como manzanas y cítricos, con un toque de brandy.

Francia: Vin chaud, una versión más ligera, con énfasis en la naranja y el clavo.

Italia: Vin brûlé, especialmente popular en el norte, con especias y a veces una pizca de miel.

Vino caliente especiado, paso a paso.

Ingredientes: 750 ml de vino tinto seco (Merlot o Tempranillo funcionan bien), 1 naranja (en rodajas), 2 ramas de canela, 4 clavos de olor, 2 anises estrellados, 100 g de azúcar o miel, 50 ml de brandy (opcional).

Preparación: En una olla, mezcla el vino con las especias, el azúcar y las rodajas de naranja. Calienta a fuego bajo sin dejar que hierva (para no evaporar el alcohol). Cocina durante 20 minutos, removiendo ocasionalmente. Añade el brandy si lo deseas y sirve caliente en tazas. El vino caliente especiado es más que una bebida: es una experiencia que transporta a las tradiciones invernales de Europa, ofreciendo calidez en cada sorbo. ¡Salud!