Delicias alemanas

El plato principal: ganso asado

El plato estrella de la cena navideña alemana suele ser el Weihnachtsgans, o ganso asado. Esta tradición se remonta a la Edad Media, cuando el ganso simbolizaba abundancia y prosperidad. El ganso se prepara relleno de manzanas, cebollas, castañas y, a veces, ciruelas pasas o pan especiado. Se condimenta con hierbas como mejorana y tomillo, y se hornea hasta que la piel queda dorada y crujiente. El ganso se sirve acompañado de guarniciones clásicas: Rotkohl (col lombarda cocida con manzanas y vinagre) y Knödel (bolas de masa de patata o pan), que absorben los jugos del asado, creando una combinación de sabores rica y reconfortante.

Alternativas regionales

En algunas regiones, como Baviera, es común encontrar pato asado en lugar de ganso, mientras que en el norte de Alemania, el pescado, especialmente la carpa, también es un plato tradicional. En otras partes del país, se opta por un menú más simple, como salchichas y ensalada de patatas, especialmente en la cena del 24 de diciembre, conocida como Heiligabend.

Sopas y entrantes

Antes del plato principal, es común servir una sopa ligera. La sopa de castañas o calabaza son opciones populares, ya que combinan bien con los sabores especiados del resto del menú. También pueden incluirse aperitivos como arenques marinados o embutidos tradicionales.

Dulces y postres

El postre es un momento especial en la comida navideña. Los alemanes son famosos por sus dulces navideños, como el Stollen, un pan dulce relleno de frutas confitadas, mazapán y frutos secos. Las galletas de Navidad, conocidas como Plätzchen, también ocupan un lugar destacado. Estas galletas, decoradas con motivos festivos, se preparan con recetas familiares que se transmiten de generación en generación. Otro postre típico es el Lebkuchen, sobre el que escribí la semana pasada, y el Rote Grütze, un postre de frutos rojos servido con crema o salsa de vainilla.

Bebidas festivas

Para acompañar, no puede faltar el vino caliente especiado (Glühwein), que aporta calidez a las frías noches navideñas. También se consumen cervezas especiales de invierno o licores de frutas como el Schnaps. En resumen, la cena navideña alemana –tanto como de cualquier otro país– es una experiencia cargada de significado, que une a las familias en torno a la mesa en una celebración llena de tradición y sabor.