Pol·lèntia, la única ciudad romana cuyos vestigios pueden contemplarse de primera mano en Mallorca, fue fundada por Quinto Cecilio Metelo en el año 123 antes de Cristo, posiblemente sobre los restos de un antiguo poblado talayótico junto a la gran bahía que se abre al mar en el norte de Mallorca. La mayoría de instalaciones del antiguo asentamiento que han aflorado con el trabajo de los arqueólogos son de época imperial, y se cree que contaba con un puerto. Existen documentos que recogen la existencia de una luz en Pol·lèntia, justo en el momento histórico en que se debió construir el primer faro de Mallorca. Hoy nos aproximaremos a cuánto hay de cierto y cuánto existe de elucubración en lo que atañe al faro de Pol·lèntia, el primero y más antiguo de cuantos se han mandado construir.
Los estudiosos y expertos en Historia Antigua, y en especial de la dominación romana de la Península Ibérica y el archipiélago balear, han reseñado cómo la ciudad de Pol·lèntia contaba con un puerto a poca distancia de la misma. El muelle llegó a canalizar hace alrededor de dos mil años un intenso tráfico con la Península Itálica y la costa de Hispania. Si bien el nombre de Alcúdia –el término municipal actual coincidente con los límites de la antigua ciudad– deriva de un topónimo árabe que puede traducirse como «colina», la búsqueda sobre el terreno apuntó a la existencia de instalaciones en una antigua marina interior, que bien pudieran ser los últimos vestigios del punto exacto que hace veinte siglos recibía un flujo regular de navíos repletos de ánforas de vino y aceite, esclavos y toda clase de mercancías.
En concreto, los expertos en patrimonio histórico y cultural del Consell de Mallorca rastrearon una zona del Port d'Alcúdia hace algunos años, después que se produjera un descubrimiento casi por casualidad. Los arqueólogos hicieron su trabajo y encontraron pistas del pasado que arrojaban resultados extraordinarios. La periodista de Ultima Hora Elena Ballestero recogió palabras de Esther Chávez, coodirectora junto a Miquel À. Cau de las excavaciones de Pol·lèntia, quien confirmó las dimensiones del hallazgo.
Una cuarentena de sondeos arqueológicos realizados en 2015, cuyos resultados no trascendieron hasta varios años después, dieron cuenta de «estructuras de grandes bloques que podrían estar relacionadas con el puerto y también numerosas ánforas». «Creemos que se trata de un puerto interior, cerrado por una manga de arena», dijo la arqueóloga entonces sobre el área que se halla cerca de la popularmente conocida como 'rotonda del caballo', en alusión a la escultura de Aligi Sassu que la adorna.
Si bien se desconoce el emplazamiento exacto del faro del puerto de Pol·lèntia, a buen seguro el primero de la historia de Mallorca, es lógico aventurar que la edificación para ayudar a los navegantes de la antigüedad estuviera orientada hacia Roma, de donde procedería buena parte del comercio marítimo del momento. Posiblemente otra ruta importante se estableciera con Tarraco, capital de suma importancia para los intereses militares de Roma ya desde los tiempos de las Guerras Púnicas.
El interés no es casual, tal y como señala el experto divulgador, escritor y profesor Antoni Janer al hablar de Palma y Pol·lèntia, las dos ciudades fundadas por Roma en Mallorca. «És significativa la ubicació estratègica vora el mar, dominant les dues badies de l'illa. Aquesta ubicació responia a la necessitat de mantenir la seguretat en la comunicació marítima entre la península Ibèrica i Itàlia». De este modo Pol·lèntia sería la estación intermedia, de obligado paso, entre los puertos itálicos e hispanos.
Para finalizar esta reseña histórica sobre el puerto de Pol·lèntia cabe recuperar un dato sorprendente, rescatado del olvido por el portal local de referencia toponimiamallorca.net, y que da ni más ni menos con el nombre del personaje histórico que mandó construir el desaparecido y primitivo faro: «Un far enfilava les naus romanes cap al recer segur del port de Pol·lèntia. L'havia finançat Optatus Servi com testimonià una placa de bronze trobada l'any 1724 i actualment desapareguda: Per a la salut del nostre poble / s'aixeca aquesta torre de quatre cares / amb la base de marbre / als déus lars / Optatus Servi de les seves despeses / l'adornà / amb una llàntia de bronze / de dos llums al seu cim / taules pintades a l'encàustic / i quatre escuts».
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