Las fibras naturales como la lana o el algodón son grandes opciones. | Luís Molinero

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Con la llegada del invierno, elegir las prendas adecuadas es esencial para mantener el calor corporal y enfrentar las bajas temperaturas. La elección del material textil influye significativamente en la capacidad de una prenda para brindar abrigo y confort.

Las fibras naturales, como la lana, la alpaca y el algodón, destacan por su capacidad para regular la temperatura corporal. La lana y la alpaca, en particular, poseen estructuras que retienen el calor sin causar sobrecalentamiento. La fibra de alpaca, por ejemplo, es hueca, lo que le permite adaptarse a la temperatura del cuerpo, proporcionando abrigo sin generar sensación de sofoco. Además, estas fibras son biodegradables y ofrecen una mayor durabilidad, resistiendo múltiples lavados sin perder sus propiedades, lo que las convierte en una opción sostenible y de larga vida útil.

Por otro lado, las fibras sintéticas, como el poliéster y el polar, son populares debido a su accesibilidad y capacidad para proporcionar calor inmediato. Sin embargo, estas telas carecen de la capacidad de adaptarse a las variaciones de temperatura corporal, lo que puede generar incomodidad y sensación de sofocación tras un uso prolongado. Además, su durabilidad es menor en comparación con las fibras naturales, ya que tienden a deteriorarse más rápidamente con el uso y los lavados, presentando desgaste y formación de bolitas en la superficie del tejido.

Una alternativa que combina las ventajas de ambos tipos de fibras es el alpacril, una mezcla de fibra de alpaca con fibra acrílica. Esta combinación ofrece una opción más económica que mantiene las propiedades térmicas de la alpaca, brindando abrigo y confort, además de contribuir a la preservación del medio ambiente al reducir el uso de materiales no biodegradables.

Al seleccionar prendas para el invierno, es recomendable optar por aquellas confeccionadas con fibras naturales o mezclas que incluyan un alto porcentaje de estas. Además, es importante considerar la calidad de la confección y el grosor de la tela, ya que influirán en la capacidad de la prenda para proporcionar abrigo. Incorporar capas en la vestimenta, comenzando con una base de algodón que absorba la humedad y continuando con capas de lana o alpaca, puede mejorar la retención de calor y ofrecer mayor comodidad durante los días fríos.