Mallorca es uno de los destinos turísticos de referencia. Muchas personas optan por la isla del archipiélago balear para pasar sus vacaciones o disfrutar de unos días de descanso, ya que en unos poco kilómetros se unen playa, montaña, cultura y gastronomía. Eso sí, aunque Mallorca en sí misma es única, hay lugares que no se pueden dejar de visitar si se viaja a la Isla. A continuación se ofrece una lista de diez enclaves imprescindibles, aunque seguro que hay muchos más.
Catedral de Mallorca
La Catedral de Mallorca es el edificio más emblemático de la Isla y una de las más destacadas joyas del estilo gótico. Sede de la cátedra del obispo de la diócesis mallorquina y síntesis magnífica de los últimos siete siglos de historia, arte y cultura de Mallorca. Durante el año, se programan diferentes tipos de visitas guiadas en las que descubrir todos sus secretos.
Visitas a las terrazas Una de las visitas más espectaculares es la que se organiza en grupos reducidos a las terrazas de la Seu, desde donde se puede ver una vista privilegiada de la bahía de Palma.
También conocida como La Seu, empezó su construcción en el siglo XIII y se concluyó en la década de 1630. Durante los siglos, ha incorporado las formas culturales de las épocas moderna y contemporánea, entre las que destacan el gran rosetón (protagonista de la espectacular Festa de la Llum) y los trabajos de Gaudí y de Barceló.
Castell de Bellver
El Castell de Bellver, a solo 3 kilómetros del centro de Palma y a 112,6 metros de altura sobre el nivel del mar, domina la bahía y gran parte de la isla de Mallorca. Su construcción se inició en 1300 por orden de Jaime II, rey de Mallorca, y fue concebido como residencia real, aunque durante un periodo de la historia se convirtió en prisión militar.
La construcción, dispuesta alrededor de un patio central, presenta dos niveles: la planta baja con arcos de medio punto y techos planos, y la superior con arcos apuntados y cubierta con bóveda de crucería en el más puro estilo gótico. El edificio y el bosque fueron cedidos por el Estado al Ajuntament de Palma en 1931, que lo convirtió en sede del Museo de Historia de la Ciudad y de la Colección Despuig de escultura clásica.
Hoy en día es una de las visitas obligadas, no solo para quienes quieran descubrir las diferentes exposiciones que alberga, sino para los amantes de la música, ya que es habitual que se hagan conciertos en verano en el patio.
Santuari de Cura
El Santuario de Nuestra Señora de Cura corona la cima del Puig de Randa: la elevación de mayor altura del centro de la isla y se considera una de las montañas sagradas de Mallorca.
Cerca de la cima hay restos de un castillo de defensa del período islámico y desde la conquista de Jaime I (1229) hay indicios de que la montaña –que aún conserva cuevas, eremitorios y santuarios- era un espacio ideal para experimentar una vida ascética y contemplativa. La primera referencia documental que confirma esta hipótesis aparece en un texto de Ramon Llull.
Cuevas del Drach
Las Cuevas del Drach ya eran conocidas durante la Edad Media, y fueron exploradas en el año 1880 por M.F. Will y en 1896 por E.A. Martel. Décadas después se acondicionaron para poder ser visitadas, abriendo un nuevo acceso de entrada, trazando caminos y escaleras.
La visita dura alrededor de una hora, y el recorrido es de unos 1.200 metros. Además, incluye un concierto de música clásica (que se celebra desde 1935) y un paseo en barca a través del lago Martel. La temperatura interior es de unos 21ºC, y la humedad del 80%.
Ciudad romana de Pollentia
Pollentia supone el inicio de la vida urbana en Mallorca. El gran desarrollo urbanístico, que experimentó entre el siglo I aC y III después de Cristo, fue en parte dado por su situación estratégica entre las bahías de Pollença y Alcúdia.
Actualmente se pueden visitar las áreas de la portezuela, el Foro y el Teatro. Desde el año 2000 el Consorcio de la Ciudad Romana de Pollentia es el encargado de velar por la conservación, protección y difusión de este yacimiento.
Los arqueólogos hablan de una extensión de entre 16 y 18 hectáreas, dentro de las cuales se pueden encontrar diferentes áreas excavadas que permiten descubrir aspectos bien diferenciados de la vida en esta ciudad en época romana.
Es Trenc
La playa de Es Trenc es el último gran arenal sin urbanizar de Mallorca; con el Salobrar de Campos forma una área protegida de 1.492 hectáreas. Entre sus características destaca una arena blanca y fina, escasa pendiente, un sistema dunar que separa la playa del salobrar y los campos de cultivo, y la zona húmeda posterior que reúne 171 especies de avifauna migratoria y sedentaria.
Sus aguas abiertas en el sur, suroeste, oeste y noroeste son transparentes. El fondo es de arena, alga y con alguna pequeña zona de piedras. A tres millas marinas se encuentra la instalación portuaria más próxima, el Puerto de la Colònia de Sant Jordi.
Caló des Moro
Caló des Moro, a seis kilómetros de Santanyí, es la más concurrida de todas las playas de la zona. Ofrece una fisonomía con altas paredes pobladas de pinos, matas, retama y lentisco y es de arena, salpicada de grandes rocas.
Su agua cristalina resalta un fondo arenoso, excelente para la práctica de buceo y para el fondeo de pequeñas embarcaciones, a una profundidad próxima al litoral que oscila entre los tres y los cuatro metros.
Sa Calobra y el Torrent de Pareis
El Torrent de Pareis es uno de los lugares más impresionantes de Mallorca. Se trata de un cañón kárstico, de más de 3 kilómetros de longitud y paredes de hasta 200 metros, que desemboca en el mar, en una playa de cantos rodados espectacular. Declarado monumento natural, la zona posee una gran variedad de flora y de fauna, con especies endémicas.
Junto a la desembocadura del torrente se encuentra la pequeña localidad turística de sa Calobra, donde hay un puerto pequeño, otra playa, un refugio y algunos servicios turísticos.
Baños árabes de Palma
Los baños árabes de Palma se sitúan en los jardines de Can Fontirroig, en pleno casco histórico de la ciudad. Dentro del edificio, la sala central está destinada para los baños calientes, que sorprenden con su impactante cúpula y sus claraboyas.
Los baños datan del siglo XI, lo que ha permitido una conservación parcial de sus salas y elementos arquitectónicos. Según los expertos, los restos conservados posiblemente formaban parte del palacio de algún noble musulmán. La entrada a este edificio musulmán en Mallorca se realiza a través de un portal con arco de herradura.
Serra de Tramuntana
Este último punto tiene trampa, y es que la Serra de Tramuntana, al noroeste de Mallorca, se extiende a lo largo de unos 90 kilómetros sobre el territorio de 20 municipios.
La Cartoixa en Valldemossa, la casa de Robert Graves y la Foradada en Deià, Sóller y su tradicional tren de madera, Cala Banyalbufar... son solo una muestra de los lugares que se pueden descubrir a lo largo de la Serra de Tramuntana.