El delantero del Atlético Baleares Dioni Villalba saluda al público durante la presentación del equipo en el Estadi Balear en el Trofeu Nicolás Brondo. | Laura Becerra

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Tras inaugurar el curso con un empate en Tajonar ante Osasuna Promesas, el Atlético Baleares recibe este domingo (20:00/IB3 web) al Real Unión de Irún con el reto de estrenar su casillero de victorias. Los blanquiazules se han marcado como objetivo convertir el Estadi Balear en una fortaleza y pretenden empezar a marcar territorio ante un rival reforzado después de sumar los tres primeros puntos del curso ante el Cornellà.

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El técnico balearico, Jordi Roger, recupera efectivos respecto a la primera jornada, aunque mantiene hasta último momento las dudas de Jesús Álvaro y Josep Jaume. No estarán en condiciones de completar los 90 minutos, pero sí podrán aportar minutos de calidad hombres importantes como Kaxe, Hugo Rodríguez y Canario. También puede sumar el último fichaje del ATB, Lucas de Vega, que debe contribuir a elevar el nivel de los isleños con el balón.

El Real Unión de Irún, por su parte, esgrime entre sus principales armas la continuidad del bloque y el plan del pasado curso y su oficio. El extremo Aitor Seguín y el delantero Jon Ander Pérez se presumen como las grandes amenazas del equipo vasco.