Los jugadores del Caja Laboral tras imponerse vencedores en el segundo partido de la final de la Liga ACB. | Efe

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F.C. Barcelona 69

Caja Laboral 70

Regal FC Barcelona (19+19+15+16): R. Rubio (6), Navarro (4), Mickeal (18), Morris (12), Lorbek (6) -cinco inicial-, Ndong (9), Basile (2), Lakovic (10), Grimau (-), Trias (-), Sada (-) y Fran Vázquez (2).

Caja Laboral (17+16+14+23): Marcelinho Huertas (13), Oleson (10), San Emeterio (19), Teletovic (3), Splitter (4) -cinco inicial-, Eliyahu (6), English (3), Palacio (4), Ribas (3), Herrmann (5) y Golubovic (-).

Àrbitros: De la Maza, Martín Bertrán y Conde. Eliminado: Navarro (m.40).


El Caja Laboral tiene en su mano la posibilidad de conquistar la Liga ACB, después de sorprender nuevamente al Regal Barca en el Palau Blaugrana por 69-70, en un partido dramático que los de Dusko Ivanovic decidieron en el cuarto final con un fabuloso Marcelinho Huertas.

Los vitorianos se mantuvieron agazapados durante todo el partido ante un Barca demasiado errático, que no creyó en la victoria y jugó muy por debajo de su nivel.

Cuando parecía que el Baskonia se iba a llevar la victoria sin sufrir (67-70 y posesión a 1,6 segundos para el final), un error de Oleson en un saque de fondo le permitió al Barca disponer de una última oportunidad.

San Emeterio cometió una falta antideportiva sobre Basile, que anotó los dos tiros libres (69-70). Sin embargo, Ricky Rubio rubricó su mala actuación con un error en el saque de banda que acabó por enterrar las opciones de su equipo.

Si con la victoria de hace 48 horas, el Caja Laboral tenía mucho ganado, con la de hoy, obliga al Barca a hacer una pirueta para conquistar el título, conseguir tres victorias en tres partidos, algo que no se ha producido en la historia de la Liga.

Y eso que el Barca no empezó mal. Sorprendió Xavi Pascual con la alineación de Terence Morris en el quinteto titular. El norteamericano fue el elemento desestabilizador en el ataque de su equipo.

Potente en el rebote, con un buen lanzamiento exterior e intimidador en la pintura, el barcelonista comandó las operaciones en los primeros minutos.

Además, la defensa de ayudas de los locales frenó a Thiago Splitter, desconocido durante todo el partido (4 puntos, 6 rebotes) por lo que las anotaciones del Baskonia llegaron desde el perímetro.

Se escapó el Barca (15-9) y en cuanto Morris encontró el apoyo de Mickeal en ataque, los azulgrana equilibraron sus opciones ante una defensa de los vitorianos que tenía que multiplicarse.

Sin embargo, el perímetro del Baskonia, la solución ante la falta de puntos desde la pintura, permitió a los de Dusko Ivanovic recuperarse. Dos triples, uno de English y otro de Ribas, equilibró el partido y la ventaja de los locales después del primer cuarto era exigua (19-17).

Los problemas de faltas personales de Navarro, que acumuló tres en quince minutos, dejaron prácticamente fuera de combate al escolta. La puesta en escena del segundo cuarto no varió: el Barca se alimentó de puntos interiores y el Baskonia desde fuera.

Morris volvió a ser determinante, en ataque y bajo su aro, y aprovechó bien que hoy no era el día de Splitter, que antes del descanso aún no se había estrenado.

Sin Splitter ni Navarro, el partido buscaba otros protagonistas Si Morris aguantó a su equipo, San Emeterio y Oleson fueron los mejores de los vitorianos.

Las ventajas siempre fueron para el Barca, pero con un máximo de seis puntos. Ivanovic parecía haber encontrado el antídoto para frenar al todopoderoso equipo azulgrana que nunca se sintió cómodo.

Al descanso, la ventaja era mínima para los locales (38-33), a pesar de que el Barca dominaba las estadísticas, principalmente la de rebotes. Sin embargo, el Caja Laboral daba la sensación de tener controlada la situación, a pesar de no firmar un buen baloncesto.

Hasta que Jaka Lakovic, con dos triples consecutivos, no entró en acción, los de Pascual no pudieron respirar. El esloveno llevó la máxima diferencia al marcador para el Barca (53-45), que nunca se encontró a gusto en el partido.

San Emeterio volvió a ser el estilete de los vitorianos, quienes buscaron no darle ritmo al partido para mantener sus opciones, algo que consiguieron en todo momento.

En el cuarto final, el Caja Laboral siguió jugando con los nervios de un desconocido Barca. Remontó la desventaja inicial (55-53), tras un parcial 2-8, y empezó a sentirse más cómodo en el partido.

El Barca, que cada vez creía menos en sus posibilidades, vio cómo entre Huertas (9 puntos en la recta final) y San Emeterio (19 puntos, 18 de valoración) le dieron la vuelta a la situación.

La primera ventaja del Baskonia se produjo a 3:39 de la conclusión con una canasta de San Emeterio. Al final, los vitorianos, en un partido a la italiana, demostraron su potencial, pese al susto final.

Ahora lo tienen todo a su favor y están a una victoria de arrebatarle al Barca la posibilidad de firmar la temporada perfecta.