El ala-pívot de Los Angeles Lakers Pau Gasol, frente a un jugador de los Boston Celtics. | Reuters

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La retirada brusca de los Lakers de Los Ángeles de las negociaciones para conseguir el traspaso del base Chris Paul, de los Hornets de Nueva Orleans, dejó a los Rockets de Houston como el gran perdedor al quedarse sin el ala-pívot español Pau Gasol, que tanto deseaban.

Los Rockets, que entraron como el tercer equipo en el traspaso para conseguir a Gasol a través de los Hornets, que lo iban a recibir junto con al alero Lamar Odom a cambio de Paul, daban al alero-pívot argentino Luis Scola, el escolta Kevin Martin, el base Goran Dragic y un derecho de selección de primera ronda del 2012.

El gerente general de los Rockets, Daryl Morey, había elegido a Gasol como el nuevo jugador franquicia en el que apoyarse para reconstruir al equipo después de la retirada el pasado verano del pívot chino Yao Ming, de 31 años.

Morey, que no quiso dejar a Rick Adelman al frente del equipo porque tenía en mente desmontar todo lo construido en los últimos cuatro años, vio cómo sus planes se le han venido abajo por culpa del veto «dictatorial» que impuso el comisionado de la NBA, David Stern, al primer acuerdo de traspaso y ahora la retirada de los Lakers.

Mientras que los Lakers no van a tener problemas con la continuidad de Gasol, que la misma tarde del sábado había manifestado que se alegraba que el traspaso no se diese porque su corazón y mente estaban en Los Ángeles, Scola y Martin no piensan lo mismo del «desprecio» deportivo que han sufrido en Houston.

Lo mismo que expresó Odom, que criticó con dureza a los directivos de los Lakers por no haberle demostrado ningún tipo de aprecio a su aportación clave, como la de Gasol para que el equipo hubiese ganado dos títulos de liga en las últimas tres temporadas.

Los Lakers no han perdido el tiempo y a la vez que se retiraban de la mesa de negociaciones para conseguir a Paul ya tenían colocado a Odom con los Mavericks de Dallas a cambio de los derechos de selección en el sorteo universitario que serán definidos en el futuro.

El equipo angelino ahora tendrá con gran objetivo el conseguir el traspaso del pívot Dwight Howard, que oficialmente ya se lo ha pedido al Magic Orlando.

Mientras, los Rockets dejan al nuevo entrenador Kevin McHale con la misión de enseñar un nuevo sistema de juego y además recuperar la confianza en dos profesionales que volverán a ser claves dentro del equipo.

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«No es justo lo que se esta haciendo con estos profesionales al comienzo de una temporada», declaró McHale antes que los Lakers se hubiesen retirado de la segunda ronda de negociaciones. «Ahora tendríamos que estar entrenando con normalidad y sucede toda esta anarquía».

Eso ha sido lo que han reclamado tanto Scola como Martin, que llegó tarde a las instalaciones de los Rockets para luego trabajar por su cuenta.

«Esperemos que el traspaso se realice», declaró Martin. «Me siento como si siguiese el cierre patronal, y lo único que deseo es jugar al baloncesto con un equipo (los Hornets) que han demostrado claramente lo que quieren».

Scola, a través de su Twitter, también se lamentó de la situación de no saber cuál era su futuro.

«Lo peor de todo esto es que no puedo hacer mi trabajo», escribió Scola. «Después de cinco meses sin tener actividad estaba como loco por volver al trabajo y sucede esto en el momento más inoportuno».

Pero los problemas para los Rockets con el traspaso fallido no van a ser sólo el «menosprecio» que sienten Scola y Martin sino también que se han quedado si espacio en el tope salarial para conseguir el jugador de elite que necesitaban en el puesto de pívot.

McHale, ahora, tampoco sabe qué otro tipo de refuerzos va a recibir para el puesto de pívot porque se han quedado sin Gasol y sin dinero disponible en el tope salarial para conseguir al ala-pívot brasileño Nené Hilario, que era el que iba a sustituir a Scola.

Hilario ya tiene una oferta de 65 millones de dólares por cuatro años que le dan los Nets, algo con lo que los Rockets, sin la salida de Scola, Martin y Goran Dragic, ya no pueden competir.

Además, Hilario tiene también abiertas las puertas para que vuelva con los Nuggets de Denver su anterior equipo, que cuentan con mucho mejor plantilla que la actual del equipo de Houston.

Los Rockets con el poco dinero libre que les queda en el tope salarial, a lo máximo que pueden aspirar es a conseguir al veterano pívot haitiano Samuel Dalembert, que se encuentra como agente libre.