José Amador y Oliver Arteaga luchan por un rebote ante la mirada de Micky García y Roberto Morentín, ayer, en el Palau d'Esports. | M. À. Cañellas

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El Palau vivió una de esas noches en las que la magia del baloncesto hacen más grande a este deporte. Y a equipos como el Logitravel Mallorca, que una vez más dio una lección de orgullo naranja y, exprimiendo al máximo sus limitados recursos, supo doblegar a un Menorca que llegó demasiado tarde a un partido cuyo ritmo marcaron siempre los de Xavi Sastre (100-91).

Los anfitriones supieron llevar el encuentro a su terreno, aplicando el manual habitual en un Logitravel que volvió a apoyarse en la solvencia de Bivià en la dirección y a la hora de administrar el tiempo del partido y en la providencial muñeca de Shaun Green. Un triple suyo acudió al rescate cuando asomaba la cabeza el grupo de Berrocal e hizo que la historia ajustara más una rivalidad que, en Inca, se tiñe de un color: el naranja.

La segunda victoria (y consecutiva) del Logitravel lo fue desde el inicio. Siempre fueron por delante los mallorquines, aplicados en defensa e imprimiendo velocidad a un ataque al que Knutson y Whippy aportaron dosis puntuales de vitalidad, junto a un Amador que monopolizó el balance interior. Un 6-0 de salida servía de advertencia a los de Bintaufa. De inicio dejó claro el Mallorca que no iba a regalar nada y sólo Coppenrath aprovechaba la superioridad en la pintura para equilibrar la cita (9-9). Green culminaba un 9-0 (18-9) que activaba las alarmas en el banquillo visitante. La segunda falta de Amador obligaba a Micky García a asumir peso en la pintura y Berrocal movía ficha. Arteaga daba aire a un Menorca desorientado, pero el Logitravel no quería problemas. Al contrario, se los quitaba de encima desde la línea de 6'75 .

Asomaba el Menorca (33-28) iniciado el segundo cuarto, pero la conexión Green-Bivià frenaba la hemorragia que se mudaba a un Menorca que seguía perdido (48-36). En pleno festival de Whippy -con coast to coast incluido-, un triple desde más allá de medio campo de Guillermo Justo marcaba el ecuador de un choque que merecía quedarse en Inca (55-43).

El retorno de Amador dio mayor fortaleza a un Logitravel que le puso más cabeza al partido (16 pérdidas totalizó el Menorca), aunque el perímetro mahonés llevó el miedo a la grada (64-59). Hasta que emergió el tirador Knutson (71-59) para cerrar el tercer parcial. Compareció tarde el Menorca, que con una zona asfixiante y un Jiménez inspirado lo tuvo cerca (86-82 a 2:55). Green desatascó al Logitravel con un triple vital y Knutson hizo el resto para premiar a un Mallorca que volvió a reírse de la lógica.