La jugadora local Astou Traore intenta saltar ante una rival, ayer. | P. Pellicer

TW
0

Sóller Bon Dia! 64

Rivas Esópolis 67


Sóller Bon Dia! (18+24+15+7)
: Ocete (13), Cristina Sousa (3), Ferrari (15), Swords (4), Astou Traore (22) -cinco inicial-, Ana Suárez (0), Alejandra Quirante (2), Kovacevic (5) y Miteva (0).
19 de 35 en tiros de dos, 6 de 16 en lanzamientos triples y 8 de 11 en tiros libres. 27 rebotes (3 ofensivos). 19 faltas personales.

Rivas Ecópolis (14+18+21+14): Laura Nicholls (2), Carson (12), Bermejo (9), Jones (16), Anna Cruz (13) -cinco inicial-, Lizarazu (3), Aguilar (10) y Gimeno (2).
21 de 48 en tiros de dos, 6 de 17 en lanzamientos triples y 7 de 12 en tiros libres. 36 rebotes (15 ofensivos). 15 faltas personales.

Àrbitros: Morales García-Alcaide y Oyón Cauqui. No hubo eliminadas.


El Rivas Ecópolis logró salir airoso ayer de su visita a Son Angelats después de hacer valer su oficio y su fortaleza en el juego interior para acabar con la resistencia de un Sóller Bon Dia! que tuvo contra las cuerdas a las madrileñas hasta el último cuarto.

El conjunto de la Vall apareció en el parquet con la confianza que le concedía haber iniciado el curso con una victoria en La Seu d'Urgell y se notó desde los primeros compases del choque. Arropadas por la fiel parroquia de Son Angelats, el equipo mallorquín tomó la iniciativa apoyándose en la dirección de Gabi Ocete y las prestaciones de Astou Traore, que acabaría el partido como máxima anotadora con 22 aderezados con diez rebotes.

El equipo de Jorge Méndez quería aprovechar la fatiga de un rival que había disputado competición europea entresemana y, sobre todo, generar dudas en un adversario que llegaba a la cita sin su gran referencia, Amaya Valdemoro, que estará dos meses de baja por culpa de sendas fracturas en sus muñecas.

Las dudas visitantes y la gran primera parte de las locales en la parcela anotadora propició que el Sóller Bon Dia! enfilara el túnel de vestuarios frotándose las manos con una renta de diez puntos de ventaja (42-32).

El paso por los vestuarios supondría un nuevo impulso para las mallorquinas, que llegaron a disponer de una renta máxima de 15 puntos (47-32 a los dos minutos de la reanudación).

Sin embargo, el Rivas empezó a rehabilitarse bajo el liderazgo de Ana Cruz. Las madrileñas dominaban con comodidad el rebote y en especial el rebote ofensivo que le permitió de segundas oportunidades para enjugar diferencias.

En un mal último cuarto el oficio del Rivas y un parcial de 0-10 dieron la vuelta al marcador y el triunfo a las madrileñas.