El verano es época de Campus. En un momento de eclosión de este tipo de eventos, uno de ellos puede presumir de estar a punto de alcanzar las tres décadas de existencia, siendo el decano en este tipo de iniciativas dentro del deporte de la canasta y un punto de referencia por el que han pasado buena parte de los hoy jugadores mallorquines de la Liga Endesa.
El Campus Díver Básket 2015 supone la 28ª entrega de esta cita, que tiene en Herminio San Epifanio (Epi I) a un inagotable motor de ideas que le han llevado a asentar un evento tradicional en las pistas del colegio Sagrat Cor de Palma, que se llenan de actividad del 6 al 17 de julio con motivo de una actividad que vuelve a colgar el cartel de lleno y reúne a más de doscientos deportistas de todas las edades. Y de varias generaciones, pues muchos repiten edición tras edición, e incluso algunos de los participantes son hijos de antiguos campistas, que han querido pasar el testigo a la nueva ola de jugadores.
Además de la práctica del baloncesto, el trabajo en aspectos técnicos, físicos y tácticos centra buena parte de las sesiones en Sagrat Cor, contando además con alicientes como concursos y sorteos, además de una fiesta final que sirve de reconocimiento a los días de intenso entrenamiento.
El éxito del Campus Díver Básket radica en la fidelidad y el buen trabajo de los organizadores y los técnicos, que han logrado fidelizar a gente de varias generaciones dentro de una cita en la que destaca la labor en la dirección técnica de José Gibert, entrenador superior que coordina el trabajo de los monitores, figura clave para entender los veintiocho años de existencia de uno de los pioneros dentro de este tipo de actividades. Y que ya piensa en la edición de 2016.
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