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Efe - BARCELONA Frank de Boer, defensa del Barcelona, no tuvo ningún reparo en otorgarle el papel de favorito al Real Madrid en el clásico español que el domingo se disputará en el Santiago Bernabeu. Frank justificó esta opinión en que los madridistas cuentan con una «gran plantilla» y recordó que «se ha visto en la Liga de Campeones que cuando están en forma son muy buen equipo». Sin embargo, el holandés precisó que también será el Real Madrid el que tenga «la presión», situado actualmente a seis puntos del Barcelona.

Patrick Kluivert se lesionó durante la sesión preparatoria de ayer, aunque todo apunta a que podrá alinearse el domingo en el Santiago Bernabeu. Kluivert sufrió durante el entrenamiento una fuerte entrada de su compañero Fabio Rochemback. El holandés padece una distensión capsular de primer grado en el tobillo derecho, pero los pronósticos médicos apuntan a su recuperación para el domingo.

El que no podrá jugar es Roberto Carlos. El brasileño encabeza la amplia lista de bajas del Real Madrid. Roberto Carlos tiene una inflamación aguda en el tendón rotuliano de la rodilla derecha, y no podrá jugar, incluso después de que la Comisión del Estatuto del Jugador de la FIFA, decidiese el miércoles liberar a los jugadores sudamericanos internacionales de acudir con sus respectivas selecciones este fin de semana.

El Barcelona se ve de este modo beneficiado ya que podrá alinear a Rivaldo. El grupo de Rexach pierde sin embargo a Luis Enrique. El infortunio ha impedido que quede privado de uno de los jugadores que más resultados le ha dado en los últimos años en el Santiago Bernabeu. El asturiano, por una reciente lesión, será uno de los grandes ausentes en el clásico de la Liga española, en el cual se había convertido en un puntal para el club barcelonista por sus goles, garra y motivación en este tipo de encuentros.

Resulta una paradoja que uno de los jugadores en los que se había apoyado hace unos años el Real Madrid para construir un equipo de futuro haya acabado siendo un santo y seña del barcelonismo, como es el caso de Luis Enrique, quien, de haber estado en forma, hubiese saltado al Estadio Santiago Bernabeu como capitán del Fútbol Club Barcelona por primera vez.