César equilibra el clásico

Cambios: Savio (-) por Guti, (min.82). McManaman (-) por Solari (min.91).
Àrbitro: Alfonso Pérez Burrull. Tarjetas para Xavi, Helguera, Rochemback, Hierro y Puyol.
Incidentes: El partido fue suspendido por espacio de diez minutos nada más empezar debido a que dos individuos saltaron al campo y se esposaron en los postes de la portería que defendía Bonano. En la segunda parte dos espontaneos saltaron al campo pero fueron rápidamente anulados.
Goles:
0-1, minuto 38, Zidane.
1-1, minuto 59, Xavi.

Lo mejor: Xavi
Lo peor: César

Agencias - BARCELONA
Barça y Madrid empetaron a uno en uno de los clásicos más mediocres y marcado también por los problemas registrados en el inicio del encuentro. El balón empezó a rodar de verdad tras los incidentes del primer minuto y el partido del siglo, otro más, empezó a rebosar emoción por los cuatro costados. De hecho la tensión y la pasión desbordada emergían con fuerza o al menos emergían mucho más que el buen fúbol. Tras un inicio en blaugrana, los de Xarli bajaron enteros y dejaron que fuera el Madrid quien tomara la responsabilidad del choque. Si en el arranque los que avisaron fueron Luis Enrique y Rivaldo, el torbellino blanco debutó a los 16 minutos con un disparo envenenado de Roberto Carlos que envió con problemas Bonano a corner.

El portero argentino, a partir de ahí empezó a tener bastante trabajo. Guti y Solari fueron los teloneros en los minutos 16 y 18 de lo que sería poco después el gol del «centenario». Raúl cogió el balón en el interior del área, se fue como quiso de De Boer y sirvió al francés que venía en carrera aprovechando un pasillo enorme por lo que sólo tuvo que empujar con temple y serenidad la pelota a la red. El cero a uno hundió al Barça que pudo haber encajado el segundo si Raúl hubiera estado más acertado al rematar de cabeza una asistencia de Roberto Carlos.

Los azulgrana desaparecieron, fueron anulados y se marcharon al vestuario entre dudas y discusiones. En la reanudación se intercambiaron los papeles. El Barcelona se metió en el partido, tuvo más la pelota y llegó a jugar con criterio. El Barça no tenía ningún plan de ataque claro pero se benefició del desinterés del Madrid que se fue del choque. Xavi se percató de ello, disparó de muy lejos y César hizo el resto y se metió la bola en su portería. El uno a uno anuló completamente a los blancos. Antes de acabar, Raúl y Xavi enviaron un balón, cada uno de ellos, al travesaño y ahí se acabó el peor clásico de los últimos años.