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Efe - BARCELONA
El técnico holandés Louis van Gaal, en su regreso al Barcelona como entrenador, prometió ayer un cambio de estilo y pidió la ayuda de todos los barcelonistas para salir adelante, después de tres años sin que el club haya ganado título alguno. Louis van Gaal, contratado por el Barcelona para las tres próximas temporadas, desplegó su nuevo estilo en una multitudinaria presentación, en la que se comprometió a no caer en los errores del pasado. La presentación de Van Gaal quedó enturbiada por el anuncio de la muerte de Ladislao Kubala, realizado por el presidente del Barcelona, Joan Gaspart, y que motivó que se guardara un minuto de silencio entre todos los asistentes al acto.

Van Gaal, que no desveló sus planes deportivos ni su lista de altas y descartes, quiso hacer tabla rasa con el pasado. Se mostró conciliador en todo momento, olvidadizo cuando la pregunta no le interesaba e incluso se emocionó en un momento determinado de la larga comparecencia. Afirma que ahora ya sabe el terreno que pisa en el Barcelona. Dice que viene para conservar lo bueno y mejorar lo malo de su etapa anterior, promete un equipo que genere pasión en la grada, pero no títulos: «Yo no soy Dios, ningún entrenador puede prometer eso».

La duración del contrato de Louis van Gaal, previsto inicialmente hasta junio de 2005, coincide con el final del mandato de Joan Gaspart, lo cual se interpreta en que el futuro de ambos está estrechamente ligado. «Estoy muy contento por esta segunda oportunidad, muy ilusionado, aunque el reto es muy difícil», admitió Van Gaal, quien pidió la complicidad de los medios de comunicación y de todos los estamentos para salir adelante en este polémico retorno. El holandés recordó que en los últimos tres años el equipo no ha ganado nada, incluso comentó que él tampoco pudo conseguir ningún título en su último año, y recuperó una frase del defensa Sergi Barjuan: «Quizás no somos tan buenos como la gente cree», para explicar la situación por la que atraviesa el equipo.

«Mi vuelta es un reto en los dos sentidos: para aquellos que me defienden, que sigan confiando en mí, y para los que no, intentar ganarme su confianza. Mi objetivo es crear un equipo, esa es mi filosofía y espero que pueda trabajar en este sentido. Juntos podemos formar un equipo y después estoy convencido de que los resultados llegarán, porque todos estamos en el mismo barco», aseguró. Van Gaal indicó que ha aprendido del pasado. «Tengo que mejorar en este aspecto, pero yo no he sido el único que cometió errores. Ahora necesito apoyo para desarrollar mi trabajo profesional», insistió el entrenador.

El holandés considera que resulta «difícil» trabajar en Cataluña, como se ha demostrado históricamente con los entrenadores del Barcelona, pero que vuelve porque le gusta la cultura, la gente y el entorno del club. «Quiero vivir aquí. Aquí está mi casa», comentó Van Gaal, quien antes de fichar por el Barcelona y después de abandonar el cargo de seleccionador holandés había decidido instalarse definitivamente en Sitges, una localidad costera a unos 30 kilómetros de esta ciudad.

«Cuando alguien comete errores, después reflexionas. Si dije frases altisonantes, tal vez fue una reacción espontánea. Yo también soy humano y no puedo cambiar mi personalidad ni mi carácter, pero es que tampoco quiero hacerlo, porque la gente que vive a mi lado, está muy contento conmigo. En el fútbol se tiene que ser profesional y esa es la diferencia, ese aspecto sí puedo modificarlo», indicó Van Gaal. El nuevo entrenador del Barcelona aseguró que vuelve porque el Barcelona es el club que tiene en el corazón. «Me gusta la tensión de estar aquí, como me gustaba la presión que sentía en el Ajax. Sin embargo, los últimos seis meses de mi vida (después de que Holanda quedara eliminada en el Mundial) no me han gustado nada», añadió.