El técnico del Barcelona, Pep Guardiola, ha asegurado hoy que el día que vea a sus jugadores «con la barriga llena» lo reconocerá, en relación a las dudas generadas tras dos empates consecutivos, que el equipo se ha sacudido con una abultada goleada ante Osasuna (8-0).
«El día que vea que no corren, que tienen la barriga llena, me sentaré aquí para decirlo. Cuando juguemos mal, créanme que llegaré aquí y lo diré. Pero no tenía esa sensación» ante el Milan o la Real Sociedad, ha dicho el preparador tras el encuentro en el Camp Nou.
Y es que, bajo su punto de vista, en el partido ante Osasuna su equipo «ha jugado algo mejor que en San Sebastián, pero tampoco mucho mejor», pese a la diferencia que reflejan los marcadores finales de esos encuentros.
Un 8-0 que ya es goleada más abultada en el historial de enfrentamientos entre ambos equipos, pese a que Guardiola ha recordado que los equipos de José Luis Mendilibar «siempre» les ha «costado y creado problemas», una de las razones para optar por jugar con tres centrales y poblar el centro del campo, ha explicado.
«Admiro mucho a estos entrenadores de equipos de media tabla que salgan con esta valentía. Mendilibar hizo la puntuación más grande de la historia de Segunda División. Me gustan esos entrenadores porque me siento identificado con ellos», ha aseverado.
Un hecho que da más valor a la victoria ante el equipo navarro. «Hemos hecho un buen partido. Es lo que me hace más feliz en este trabajo. Hacemos una cosa, la gente viene aquí, pasa un buen rato y lo pasa bien durante noventa minutos. Nos hemos esforzado, hemos jugado bien y eso nunca es fácil», ha destacado.
En todo caso, ha admitido que «siempre hay cosas a mejorar», como los «matices» al cambiar de estrategia y los problemas en las jugadas de estrategia, uno de los puntos débiles del equipo.
Respecto al gran partido del centrocampista Cesc Fàbregas, Guardiola ha resaltado su adaptación al equipo. «Su anarquía también nos va bien y, aunque no lo parezca, es muy fuerte físicamente, tiene pase de gol, llega bien, tiene gol y trabaja. Pero el gran reto es que se pueda adaptar a una posición más estática. Mejorará porque está feliz».
También ha querido el técnico aclarar que no está «enfadado», en una semana tensa en las ruedas de prensa, algo poco habitual en las comparecencias de Pep Guardiola.
«Soy una persona muy feliz. Algunos quieren que esté enfadado, pero no lo han conseguido. No me han dado motivo estos jugadores para estar enfadado. Puede llegar el día, pero no es el caso. Simplemente defiendo a mis jugadores en rueda de prensa. No por no estar de acuerdo con ustedes (los periodistas) estoy enfadado», ha dicho.
Y ha concluido: «No estoy aquí para demostrar, sino para sacar partido de estos jugadores y convencerles a ellos. Solo faltaría que me quejara de la plantilla, del club donde estoy o de dónde he nacido».
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