El Celta de Vigo recibe al Real Madrid en Balaídos con la intención de aprovecharse de la dulce resaca del conjunto dirigido por José Mourinho, que el pasado martes cerró en Old Trafford eliminando al Manchester United de Liga de Campeones su mejor semana de la temporada.
La necesidad de puntuar para salir de la zona de descenso obliga al Celta a exigirse el máximo ante un Real Madrid que prácticamente no tiene opciones de revalidar el título de campeón de Liga, pero que en apenas una semana ha logrado meterse en la final de la Copa del Rey y alcanzar los cuartos de final de la competición continental.
Y mientras los madridistas celebraban su triunfo en Old Trafford, en Vigo el debate en el vestuario celeste se centra en cómo debe jugar el equipo este domingo, ya que son muchos los futbolistas que creen que salir a presionar arriba al Real Madrid es un suicidio por el potencial de los blancos al contraataque.
Una idea que parece compartir el técnico celeste, Abel Resino, quien esta mañana dejó claro que las opciones de los suyos en el choque pasarán por jugar muy juntos y cometer pocos errores en el centro del campo para que los blancos no puedan explotar la velocidad de sus atacantes.
La proximidad del derbi contra el Deportivo, choque clave en la carrera de los vigueses por mantenerse en la liga BBVA, forzará al entrenador toledano a realizar rotaciones en su once. Resino no ha dado muchas pistas sobre qué jugadores formarán de inicio, aunque Roberto Lago, una vez superado el proceso gripal que le mantuvo inactivo, y el internacional danés Krohn-Dehli podrían recuperar la titularidad tras descansar en el Sánchez Pizjuán.
La otra novedad puede ser la entrada del croata Daniel Pranjic en el centro del campo, por lo que Alex López se caería del once. Pero la gran incógnita está en saber si Abel reservará al goleador Iago Aspas para el clásico del fútbol gallego, pues el delantero tiene cuatro tarjetas amarillas. Si finalmente descansa, el delantero coreano Park, fichaje estrella de los vigueses que sigue sin explotar, tendría una nueva oportunidad para reivindicarse, sin descartar tampoco la opción de un nueve puro como Mario Bermejo.
El Real Madrid baja a la tierra en Balaídos tras disfrutar de siete días de oro que han cambiado la línea de su irregular temporada. El equipo de Mourinho ha pasado de una Liga repleta de altibajos a exhibir su potencial en tres partidos saldados con victorias que ponen al equipo en el camino de los títulos.
Todo comenzó eliminando a su gran rival de la final de Copa del Rey. La victoria en el Camp Nou y la imagen dejada ante el Barcelona, al que volvió a ganar cuatro días después en Liga, fueron el impulso necesario para superar la 'final' de Old Trafford. De nuevo superó una eliminatoria compleja tras el empate a uno de la ida y el panorama ha cambiado.
Aunque las esperanzas de remontada liguera son nulas en la plantilla y cuerpo técnico madridista, por los trece puntos de desventaja con el líder, el Real Madrid no se quiere dejar llevar en Vigo donde quiere extender su buena línea. Para ello Mourinho realizará cambios. Hay jugadores 'tocados', como Sergio Ramos en el hombro o Xabi Alonso en el pubis, que tendrán descanso.
En principio la defensa la variará el técnico portugués. Descanso para Ramos, Varane y Coentrao. Se perfilan titulares Pepe, Raúl Albiol y Marcelo. También Luka Modric tras su aparición estelar en Old Trafford.
Las bajas por lesión del Real Madrid para jugar en Balaidos son Iker Casillas y Ángel Di María. Al puesto del argentino en el once optan José Callejón y Kaká, quien también podría entrar por Mesut Özil. Mientras que en punta le toca el turno a un 'picado' Karim Benzema. El francés no tuvo ni un minuto en los dos partidos decisivos, ni en la semifinal copera del Camp Nou ni en Old Trafford. Necesita goles para reivindicarse.
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No m'importa res del Madrid. Ni resaca ni res de res. I diumenge que ve el Mallorca guanyarà en el bernabeu.