Celta: Javi Varas; Jonny Castro, Túñez, Demidov, Roberto Lago; Borja Oubiña, Alex López (Pranjic, min.55), Krohn-Dehli (Park, min.81); Augusto, De Lucas (Mario Bermejo, min.60) e Iago Aspas.
Real Madrid: Diego López; Pepe, Marcelo, Albiol, Essien; Khedira (Xabi Alonso, min.45), Özil, Modric; Cristiano Ronaldo, Benzema (Higuaín, min.65) y Callejón (Kaká, min.65).
Goles: 0-1, min.61, Cristiano. 1-1, min.63, Iago Aspas. 1-2, min.71, Critiano.
Árbitro: Estrada Fernández (C. Catalán). Amonestó a De Lucas (min.30) y Javi Varas (min.71) por parte del Celta. Y a Albiol (min.41) por parte del Real Madrid.
El Real Madrid se ha impuesto al Celta de Vigo (1-2) este domingo en Balaídos, en la vigésimo séptima jornada de la Liga BBVA, por lo que suma una semana perfecta tras derrotar al Manchester United en Old Trafford para lograr el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones y el triunfo en tierras gallegas le sirve para mantener los 13 puntos de desventaja con el FC Barcelona.
El conjunto de José Mourinho, que igualó los 103 partidos de Miljan Miljanic como el quinto entrenador con más encuentros en esta competición en la historia del equipo blanco, logró la quinta victoria consecutiva en Liga. Por su parte, el Celta se mete en problemas con esta derrota y no consigue salir de los puestos de descenso tras sumar el segundo traspiés seguido.
Comenzó el partido con un conjunto gallego peleón y un equipo blanco algo desubicado. Intenso en la presión y con las líneas muy juntas, los de Abel Resino incomodaban a los visitantes a base de balones largos en busca de Iago Aspas, la referencia en ataque. Sin la iniciativa, los de Mourinho se veían obligados a replegarse y su juego perdía lucidez.
Superados los 20 minutos de juego, un lanzamiento esquinado de Quique de Lucas a punto estuvo de perforar la meta de Diego López pero el esférico salió lamiendo la cruzeta. Mientras el Celta creaba las mejores ocasiones, los visitantes se veían obligados a contrarrestar tanto descaro local. Cristiano, primero, y Benzema, después, pusieron cerco a la portería defendida por Javi Varas. El Real Madrid despertaba de su letargo y comenzaba a carburar.
Llegada a la media hora, el encuentro se había convertido en un ida y vuelta continuo. El Celta ofrecía su mejor versión a base de tesón y valentía y los blancos necesitaban poco para plantarse en el área rival y crear peligro. Era evidente que los de Mourinho se empezaban a aplicar más en el remate y el problema parecía más de puntería que de llegada.
Muestra de los arreones cada vez más continuos de los visitantes, el Celta iba perdiendo el orden y se olvidaba de atacar para centrar su atención en la defensa. En el 40, Callejón tuvo en sus botas el primer gol del encuentro, pero Javi Varas estuvo inspirado para mandar la pelota a córner. Sin tiempo para el respiro y en pleno vértigo celtiña, Cristiano remató de cabeza al larguero en la jugada posterior tras un centro milimétrico de Benzema.
Con los merengues volcados, los locales atacaban a cuentagotas y utilizaban la contra como el arma más sutil para generar ocasiones. El encuentro estaba descosido y tenía un ritmo frenético. Era demasiado extraño que no hubiese habido goles antes del descanso.
Cristiano apareció en la segunda mitad con un doblete
Tras el parón, Mourinho dio entrada a Xabi Alonso en el terreno de juego para tratar de oxigenar y dar mayor creatividad a los blancos. Con Cristiano algo más diluido que de costumbre, el Real Madrid necesitaba más determinación. Pero parecía que el tino seguía siendo el mayor obstáculo y se vio en una nueva oportunidad que Benzema no fue capaz de aprovechar.
Aun así, los visitantes habían ganado orden y equilibrio con el donostiarra sobre el césped. Por contra, el conjunto gallego no tenía el balón y eso significaba que los de Abel Resino ya no eran tan protagonistas por las jugadas que originaban en la portería de Diego López sino por lo que empezaban a sufrir en la faceta defensiva.
Al final, tanto arrojo posibilitó que Cristiano anotara su tanto vigésimo quinto en el campeonato tras cazar un rebote en el área tras un 'chut' de Callejón. Era el minuto 61 y el Real Madrid se ponía por delante en el marcador. Pero tal y como venía desarrollándose el duelo, la reacción del Celta no se hizo esperar y apenas dos más tarde Iago Aspas ponía el empate en el marcador después de que Pepe desviara el esférico y Diego López no pudiese detenerlo.
Con el tanto, los locales daban un golpe sobre la mesa y recuperaron el fuelle. También las buenas sensaciones. Pero cuando mejor estaban los de Abel Resino, Javi Varas cometió penalti sobre Kaká, que apenas llevaba seis minutos en el partido, y Cristiano se encargó de transformar la pena máxima y firmar el doblete.
Quedaba más de un cuarto de hora por delante y el Celta, bajo la batuta de un enérgico Iago Aspas, no quería dar su brazo a torcer. Había recibido un nuevo jarro de agua fría, pero eso no mermaba su predisposición a querer igualar de nuevo el partido.
Con el reloj en contra y con la obligación de sumar, los locales pusieron el pie en el acelerador y el Real Madrid se bastaba de su ataque veloz para poner en problemas a Javi Varas. Pero fue Park el que tuvo el empate tras una horrorosa salida de Diego López y un remate de cabeza ajustado al larguero. Fue la última oportunidad de un Celta que persiguió la igualada hasta el final.
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