Real Valladolid: Mariño; Rukavina, Valiente, Rueda, Peña; Ebert, Baraja (Rubio, min. 67), Rossi, Bergdich (Manucho, min. 46); Omar (Rama, min. 67) y Guerra.
Sevilla FC: Beto; Cala, Nico Pareja, Navarro; Diogo, Iborra, Carriço, Alberto Moreno; Vitolo, Jairo (Perotti, min. 77) y Bacca (Gameiro, min. 79).
Goles: 0-1, min. 1: Bacca; 0-2, min. 30: Alberto Moreno; 1-2, min. 81: Manucho; 2-2, min. 84: Patrick Ebert.
Árbitro: Prieto Iglesias (comité navarro). Amonestó a Cala, Rossi, Carriço, Bacca y Ebert.
El Real Valladolid ha conseguido empatar un partido que el Sevilla FC había controlado con una defensa inteligente y un ataque certero gracias a los goles que lograron Manucho y Ebert en los minutos 81 y 84, respectivamente.
Ambos equipos encararon el duelo con múltiples e importantes bajas. En el caso del Sevilla, Emery no pudo contar con Rakitic, Trochowski, Fazio, Marco Marin y Mbia. Juan Ignacio Martínez, por su parte, compuso una convocatoria sin Lluís Sastre, Óscar, Heinz, Osorio y Víctor Pérez.
El Real Valladolid mantuvo el mismo equipo y sistema de su último compromiso ante el FC Barcelona (4-2-3-1), mientras que el Sevilla dispuso una defensa de tres jugadores, acompañada de cuatro en la medular (el lateral izquierdo internacional Alberto Moreno de extremo) y con Vitolo, Jairo y Bacca en la lanza de ataque.
Se hizo con el esférico desde su inicio y, en menos de minuto y medio, quedó patente su apuesta por abrir mucho el campo. Así fabricó la jugada del primer gol. Carrizo envió un buen balón al área que Vitolo amortiguó y cedió para que el colombiano Bacca, quien venía de frente, cruzase el esférico haciendo inútil la estirada de Mariño.
A partir de entonces, el Real Valladolid se puso el mono de trabajo e intentó hacerse con el control del juego pero no le resultaba fácil dada la acumulación de hombres sevillistas en la presión. Aún así, inquietó la meta de Beto con varias llegadas desde la izquierda que no encontraron el arco.
Poco a poco, el Real Valladolid y su apuesta por mover con criterio de banda a banda obligó a que la defensa de tres planteada por Emery se viese aumentada en dos hombres. Condición con la que se anuló el poco desborde que había acumulado y el Sevilla se vio capaz de asestar otro directo.
Se animó y logró a la media hora de partido y después de que Alberto Moreno fusilase a Mariño con un disparo seco desde la frontal tras recoger un balón suelto (0-2). Tanto que dejó al Real Valladolid «grogui» y al Sevilla con ganas de aumentar la renta, algo que estuvo cerca de conseguir al filo del descanso.
En la reanudación, el técnico del Real Valladolid, Juan Ignacio Martínez, introdujo al delantero angoleño Mateus Alberto Contreiras «Manucho» por Bergdich con el objetivo de tener más mordiente en ataque. Sí tuvo un dominio más tímido pero previsible ante un Sevilla cómodo en la contención y que se veía capaz de generar bastante peligro con jugadas aisladas.
De este modo, el duelo no tenía visos de cambiar dada la incapacidad vallisoletana para desarbolar la maraña del Sevilla, la cual ponía oficio y firmeza y no desdeñaba hacer daño al contraataque.
Sin embargo, al final el Real Valladolid encontró el premio a su insistencia desde el costado izquierdo y un buen centro de Peña fue rematado con la testa por Manucho y al fondo de la red (1-2).
El conjunto local recobraba la ilusión por el empate a diez minutos de la conclusión del partido y lo obtuvo tres minutos más tarde con un libre directo botado magistralmente por Ebert que supuso el empate a dos y que envalentonó a los vallisoletanos, a los que les faltó tiempo y claridad para consumar, finalmente, la remontada en un partido que acabó con reparto de puntos.
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