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Sevilla 0 - 1 Celta

Sevilla: Beto; Figueiras, Pareja, Carriço, Alberto; Vitolo, M'Bia (Trochowski, m. 72), Rakitic, Jairo (Perotti, m. 59); Gameiro y Bacca (Cristóforo, m. 46).

Celta: Yoel; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Toni; Oubiña, Álex López (Orellana, m. 83); Santi Mina (Rafinha, m. 64), Augusto, Nolito (Jonathan Vila m. 92); y Charles.

Gol: 0-1, min. 47: Álex López.

Árbitro: Juan Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a M'Bia (m. 28), Figueiras (m. 44) y Toni (m. 92).

El Celta ganó en el campo del Sevilla un encuentro decidido por un error del portero sevillista Beto, que facilitó a Álex López la consecución del único gol del partido al entregarle el balón en una jugada en la que despejar no entrañaba dificultad alguna.

El dominio en la primera mitad correspondió al Celta, que estrelló hasta dos balones en los postes: el primero, en una jugada por la banda derecha de Hugo Mallo, cuyo centro fue desviado a la madera por el portero sevillista, Beto, y el segundo por medio de Santi Mina, que no pudo cruzar su disparo ante el buen achique del guardameta portugués.

También reclamó un penalti el equipo visitante en una extraña acción de Beto, que agarró por el cuello a Augusto Fernández después de que el argentino rematase y, si bien la falta del portero sevillista fue clarísima, queda la duda de si el balón todavía estaba en juego cuando se produjo.

El único acercamiento peligroso del Sevilla en todo el primer periodo fue en el minuto 10, cuando Gameiro incurrió con mucha velocidad por la izquierda y puso un centro bombeado que superó a Yoel pero que Vitolo no pudo rematar con comodidad ante la oposición en el salto de Cabral.

Los celtistas se adelantaron nada más reanudarse el juego en la acción tonta de la noche: sin presión, quiso jugar la pelota rasa con M'Bia pero se la entregó a Álex López, quien no tuvo más que ponerla suave junto a un palo para hacer el 0-1.

El Sevilla acusó el golpe anímico durante unos minutos en los que el Celta no supo rematar a su rival y ello propició que los de Emery se lanzaron con todo a por la igualada, que estuvo a punto de llegar en un saque de esquina cabeceado por M'Bia al palo y el rebote cayó a pies de Vitolo, cuyo disparo fue desviado por Yoel con el pie.

Sin embargo, la entrada de Rafinha permitió que el Celta se sacudiese el dominio local, pues con el hispano-brasileño gozó de más de posesión y los gallegos vivieron un final de partido plácido, hecho al que contribuyó también la lesión de Gameiro que, habiendo hecho Emery los tres cambios, jugó mermado a partir del minuto 74.

De este modo, el conjunto que adiestra Luis Enrique logró un merecido triunfo que lo aleja de las posiciones de descenso y que deja a su rival de esta noche, el Sevilla, sumido en la zona mediocre de la tabla y también en las dudas que escenificó una afición que despidió a los suyos con una sonora pitada.