Los jugadores rusos Fyodor Kudryashov y Daler Kuzyayev pelean por el control del balón con el jugador español Suso Fernández. | ANATOLY MALTSEV

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Rusia 3-3 España

Rusia: Lunev; Zhirkov (Kombárov, min.81), Dzhikiya, Vasin, Kudriashov (Rausch, min.74), Smólnikov (Ignátiev, min.); Kuziáev (Yerokhin, min.62), Glushakov, Alexéi Miranchuk (Antón Miranchuk, min.66), Dzagóev (Kokorin, min.62); y Smólov.

España: De Gea; Nacho, Piqué, Ramos (Vitolo, min.57), Jordi Alba (Moreno, min.46); Busquets (Silva, min.57), Thiago (Saúl, min.59), Iniesta (Illarramendi, min.46), Suso (Callejón, min.46); Asensio y Rodrigo.

Goles: 0-1, min.9: Alba. 0-2, min.35: Ramos (penalti). 1-2, min.41: Smólov. 2-2, min.50: Alexéi Miranchuk. 2-3, min.53: Ramos (penalti). 3-3, min.70: Smólov.

Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Amonestó a Busquets y a Vitolo.

Incidencias: partido amistoso disputado en el estadio San Petersburgo Arena ante unos 45.000 espectadores (dos tercios del aforo).

España empató este martes en Rusia (3-3) pese a haber ido por delante en el marcador durante casi todo el partido, en un duelo loco en el que Sergio Ramos fue el protagonista en la Roja al marcar dos goles desde el punto de penalti.

Si Ramos destacó con España, el jugador del partido fue sin duda el ruso Fiódor Smólov, que marcó también dos goles, pero en jugada y ambos de bellísima factura.

Se esperaba más de España, aunque fuera un amistoso, especialmente después de meterle cinco goles a Costa Rica, pero entre la relajación española y la furia local el partido fue una auténtica ruleta rusa.

Debutó Suso en el equipo de Julen Lopetequi y pudo ser un día redondo para España, que nunca ha ganado en territorio ruso o soviético, donde había jugado antes solo una vez, en 1971, con derrota ante la URSS (2-1).

Ni el frío ni la nieve, que cayó horas antes sobre la ciudad, fue un problema, ya que el techo retráctil del impresionante San Petersburgo Arena convirtió el estadio en una sauna con más de 20 grados de temperatura.

Lopetegui volvió a colocar a De Gea en la portería en sustitución de Kepa, que mantuvo la portería a cero ante Costa Rica, e introdujo a Nacho, pero no como central, sino como lateral derecho.

Además, apostó por un tridente en ataque integrado por el debutante Suso, que está haciendo una gran temporada en el Milan, el madridista Asensio y el valencianista Rodrigo, uno de los jugadores de moda en la liga española.

Mientras, los rusos apostaron por reforzar el centro del campo con medias puntas como Dzagóev o Miranchuk en perjuicio de delanteros como Kokorin.

A decir verdad, salieron más fuertes los rusos, que avisaron a la defensa española con dos pases a los que no llegó por muy poco Smólov, el jugador más adelantado de los locales, especialmente la segunda en la que rozó el balón cuando De Gea parecía batido.

Pero en la primera jugada con criterio de España, el balón llegó a la banda izquierda, donde Asensio se sacó de la chistera un centro medido a la cabeza de Alba, que se encontraba sorprendentemente libre de marca en la posición de delantero centro y que remató al fondo de las mallas (min.9).

A partir de entonces, una España que jugaba totalmente de blanco se hizo con el control del balón y no lo soltó hasta el descanso.

Sólo Dzagóev, el cerebro del CSKA, logró poner en apuros a la Roja con alguna finta o pase entre líneas, pero Piqué y Ramos estuvieron muy atentos.

Por si fuera poco, los rusos se metieron ellos mismos el segundo gol con una mano voluntaria de Kuziáev al borde del área grande y el árbitro no dudó en señalar penalti.

La pena máxima fue convertida por Ramos, pese a que el portero ruso aguantó todo lo que pudo ante el intento de 'paradinha' del defensa del Real Madrid (min.35).

Pero en un despiste español en una jugada en la que los rusos rozaron por dos veces el fuera de juego, Smólov marcó tras recortar a Piqué y soltar un latigazo con la zurda ante el que nada puso hacer De Gea (min.41).

A partir de ahí pasó los peores minutos el equipo español, al que los pases cruzados sorprendían siempre descolocado.

Ante la alta presión rusa, Lopetegui decidió sacar a Illarramendi, mucho más preparado para un partido físico que Iniesta.

Con todo, los rusos volvieron a castigar la relajación de la zaga española y tras un rebote afortunado a pase de Zhirkov, Miranchuk marcó en un disparo a bocajarro (min.50).

Pero los rusos volvieron a dispararse en el pie al cometer un penalti innecesario sobre Ramos, que pareció más un forcejeo, y que volvió a transformar el futbolista del Real Madrid (min.53).

Rodrigo pudo sentenciar tras un pase en profundidad, pero su disparo fue despejado por el guardameta local.

Rusia no perdonó el regalo y en otro error de control de España, en este caso de Asensio, los rusos se plantaron en el borde del área española y de nuevo Smólov superó a De Gea con un fenomenal disparo (min.70).