Julen Lopetegui, durante la rueda de prensa ofrecida este viernes. | Rodrigo Jimenez

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El Real Madrid busca la mejor medicina contra la necesidad de un triunfo en un duelo de altura, ganar el derbi ante el Atlético de Madrid que frene el dominio de Diego Simeone en el Santiago Bernabéu, donde no sale derrotado en Liga en 5 años y busca plasmar la mejoría de su equipo tras un mal inicio.

El gran derbi madrileño llega alejado de los focos de la trascendencia que han marcado la mayoría de sus últimos capítulos, pero con una carga emocional de peso. Han decidido Ligas de Campeones, una Supercopa de Europa y marcado caminos ligueros. La importancia de una rivalidad eterna no se rebaja en una nueva entrega en un Bernabéu que ha pasado a ser terreno cómodo para Simeone.

Después de catorce años sin un triunfo rojiblanco en Liga en casa de su eterno rival, con el primer intento del Cholo como el vigésimo cuarto sin éxito, el técnico argentino dio con la tecla para cambiar la historia. Cinco temporadas encadena el Real Madrid sin ser capaz de derrotar de local al Atlético de Madrid en la competición doméstica, y lograrlo se ha convertido en el gran objetivo de Julen Lopetegui.

Necesita de una alegría en un partido de envergadura el nuevo técnico madridista para no ver afectada su imagen. Cada derrota es un terremoto en la casa blanca y más si llega con la imagen de la primera mitad en el Sánchez Pizjuán. Un Real Madrid arrollado por el rival y sin capacidad de respuesta, encajando tres goles con una debilidad defensiva asombrosa y con falta de actitud colectiva. Sumado a la derrota de Tallin y el empate de San Mamés, alimentan la pérdida de eficacia en los días señalados.

La primera derrota liguera y segundo pinchazo consecutivo de visitante, contrasta con la seguridad mostrada hasta la fecha por el Real Madrid de Lopetegui en el Bernabéu. Cuatro partidos y pleno de victorias entre Liga y 'Champions' con diez tantos a favor y uno solo en contra. El rodillo encara su examen más difícil, un Atlético de Madrid que le dio el primer disgusto del curso en la final de la Supercopa de Europa de Tallin.

Al nuevo derbi llega el Real Madrid en su momento más delicado de lesiones. Lopetegui recupera a Carvajal pero pierde a su único lateral zurdo natural, Marcelo, por una rotura muscular. Se suma a Isco en el capítulo de bajas de titulares. Debe improvisar en el costado izquierdo, con Nacho en una posición que no es la suya, y decidir como recomponer el ataque tras dos partidos de poca pegada, con un tanto en 180 minutos.

Reforzar el centro del campo, donde siempre se libra una batalla clave en los derbis, o mantener el tridente formado por la BBA y que sea Simeone el que se preocupe de frenar la velocidad de Marco Asensio y Gareth Bale o taponar la movilidad de Benzema. Es la duda por despejar de Lopetegui que, en principio, mantendrá la confianza en portería en un Thibaut Courtois que se enfrentará a su pasado.

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Enfrente, el Atlético ha reaccionado con tres victorias consecutivas, dos en la Liga, que le han reactivado en todos los sentidos para su visita al Bernabéu, sobre todo en lo numérico porque en sólo cinco días ha rebajado su distancia respecto al liderato de siete a dos puntos, a la vez que irrumpía en el podio.

Mientras Antoine Griezmann se reencuentra con su mejor nivel, Diego Costa atraviesa la peor racha goleadora de su carrera en la Liga, quince partidos sin marcar, o Jan Oblak añade más porterías a cero bajo palos, ya por 98, el relanzamiento del Atlético es evidente, levantado de golpe con tres triunfos indispensables.

Lo fue el 0-2 en Getafe, generado por Thomas Lemar; el 1-2 en Mónaco en la Liga de Campeones, transformado por Diego Costa y José María Giménez; y el 3-0 del pasado martes al Huesca, cuando confirmó su crecimiento individual y colectivo, en la presión, en la combinación entre líneas y, por encima de todo, en la pegada arriba.

Una reafirmación para el Atlético, que también ha recuperado su firmeza defensiva, con sólo un gol en contra y cinco ocasiones concedidas en sus tres últimos encuentros, y que se presenta rearmado en el Santiago Bernabéu, donde ha jugado doce choques en la era Simeone, con cuatro triunfos, cuatro empates y cuatro derrotas.

En su decimotercera visita, con la baja de Stefan Savic, fuera por quinto choque por una contusión muscular, y la probable de Gelson Martins, con un golpe en la rodilla, el once mantendrá la base que propuso el pasado 15 de agosto contra el mismo adversario en la Supercopa de Europa, ganada en la prórroga por 2-4.

Sin el central montenegrino, titular en Estonia, habrá un cambio seguro de entonces a ahora en el centro de la defensa, donde apunta José María Giménez, reincorporado al grupo desde el jueves tras las molestias musculares que provocaron su sustitución en la primera parte del pasado martes frente al Huesca en el Wanda Metropolitano.

En el resto de posiciones serán los mismos o casi los mismos de aquella alineación, con nueve certezas (la titularidad de Jan Oblak, Juanfran Torres, Diego Godín, Lucas Hernández, Saúl Ñíguez, Koke Resurrección, Antoine Griezmann y Diego Costa, además de Giménez) y dos dudas: Rodri Hernández o Thomas Partey y Lemar o Ángel Correa.

Esos son los nombres que configuran el posible once en el derbi, con la incógnita de cuál será el plan de Simeone en el Santiago Bernabéu, también el esquema sobre el que sustente esa alineación. Los precedentes señalan las prioridades defensivas y tácticas, además del contragolpe, por encima de las ofensivas y de posesión.