En la primera parte el Andratx tuvo que sobreponerse a un cero a dos en contra muy pronto. El Numancia empezó mejor y mostró una efectividad absoluta de cara a la meta rival. Dos goles de Tamayo, el primero a los nueve minutos y el segundo a los trece fueron un jarro de agua fría para los de José Contreras. Sin embargo, el Andratx ha demostrado sobradamente su capacidad de superar las adversidades que se plantean durante los partidos y ayer en sa Pana volvió a demostrarlo.
Lejos de bajar los brazos trató de inclinar el campo a su favor y abanderado por un Vinicius muy motivado empezó poco a poco a equilibrar el partido. A los 19 minutos fue precisamente el brasileño quien consiguió acortar distancias en el marcador. El equipo local se metía de lleno en el partido. Hasta el final del primer tiempo el equipo que tuvo las oportunidades y dominó el encuentro fue el once mallorquín. En dos ocasiones mereció el gol. Guille Palmer recibió un balón en la frontal de la línea de gol y no acertó en los metros finales.
Tampoco tuvo la fortuna de cara Llabrés, que a los 40 minutos recibió un pase de Vinicius al punto de penalti y desde ahí remató a gol, pero el guardameta del Numancia se lució y envió el balón a córner. No hubo tiempo para más, pero lo cierto es que el Andratx merecía irse al descanso como mínimo con el empate.
En la segunda parte se mantuvo el color de la primera y el Andratx fue el claro dominador del juego y del balón. Y una vez más desaprovechó clarísimas ocasiones de gol. A los 61 minutos Pau Pomar cabeceó un balón a la cruceta y a los 65 una chilena de Palmer mereció también ser gol, pero la pelota se marchó fuera. Un tiro de falta con mucha intención del Numancia fue el único acercamiento de los sorianos. Por su parte el Andratx tuvo todavía otra opción más a los 86 minutos en un cabezazo de Pau, que también salió fuera por muy poco. Mala fortuna para un Andratx que no mereció perder ante el Numancia.
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