Digerida la alegría y descargada la adrenalina, la fatiga muscular y los golpes forman parte de la dulce resaca copera del Andratx, que este viernes aguarda a un rival de Primera en el sorteo de la segunda ronda de la Copa del Rey. Los goleadores de la noche más mágica de la historia de sa Plana, Pau Pomar y Miquel Llabrés, asimilan la proeza de los gallos y relatan la «increíble» sensación de haber sido los únicos verdugos de un equipo de categoría profesional. Sin perder de vista el objetivo de la permanencia en la Segunda RFEF, quieren seguir viviendo un sueño en el torneo en un club que hace apenas tres años militaba en Preferente.
«Fue una gran alegría para todo el equipo, pero sobre todo por ver las caras de felicidad de la gente al terminar el partido», explica Pau Pomar, que, tras abrir el camino de la victoria y completar un partido excelso en defensa, tenía que volver pronto a casa. «Le tocaba el último biberón a Liz -su hija de apenas seis meses- y vinimos rápido a casa para acostarnos pronto», explica al mismo tiempo que a través del móvil se le nota una inmensa alegría por las muestras de cariño recibidas. «He estado una hora respondiendo todos los mensajes y llamadas que tenía, sobre todo de mucha gente de Eivissa que se acordó de mí», añade.
Más celebrada fue la clasificación en el caso del autor del segundo tanto, Miquel Llabrés, que festejó el pase en el bar del pueblo con los amigos y, entre otros, con los jugadores andritxols de la plantilla Guillem Palmer, Gerardo Bonet y Carlos. «Para dormir tuve que poner el móvil en modo avión porque no paraban de llegar mensajes», expresa desde el orgullo que representa para un jugador natural del Port d'Andratx un hito para la historia de su club. «Fue increíble al final del partido como la gente venía pletórica a celebrar sobre el césped. El manteo que me hicieron y ver las caras de alegría de mis familiares, amigos y de los aficionados fue sin lugar a dudas lo más emocionante», rememora.
Pau Pomar, a sus 33 años, ha pasado la última década en Ibiza, casi siempre enfundado en la elástica de la Peña Deportiva, con la que experimentó el ascenso a Segunda B y la eliminación en la Copa del Rey de un Segunda División como el Sabadell. «La temporada pasada fue increíble pasar eliminatorias y llegar a enfrentarnos al Valladolid de Primera, pero fueron partidos a puerta cerrada, así que este partido ante el Oviedo fue más especial y seguro que pasa a formar parte de uno de los tres mejores recuerdos futbolísticos de mi carrera», comenta.
Miquel Llabrés, a sus 21 años y tras llegar al Andratx en el tramo final de la temporada del ascenso a Tercera, califica como «incomprensible» lo vivido en Sa Plana ante el Oviedo. «El plan de partido salió perfecto, nuestras opciones eran estar replegados y aprovechar las ocasiones, sobre todo, el balón parado. Creo que después de los dos goles tan rápidos en la segunda mitad se hizo un trabajo defensivo espectacular. Fue increíble», desgrana.
Un caramelo
«La has liado», fue lo primero que le pasó por la cabeza a Miquel Llabrés cuando terminaba de celebrar el 2-0, un tanto que marcó con un gran testarazo pese a que no es precisamente su especialidad. «Después del tiro de Diego, Gerardo (Bonet) me puso un caramelo y creo que rematé como nunca».
A Llabrés le gustaría recibir a uno de los equipos más grandes que se pueda en la próxima ronda, mientra que las preferencias de Pau Pomar de cara al sorteo de hoy son el Valencia, el Mallorca y el Rayo. «El Valencia porque creo que es el equipo más grande de los que no juegan en Europa, el Mallorca porque todo quedaría en casa o el Rayo porque Falcao es uno de mis delanteros favoritos y me encantaría marcarlo», dice.
El central destaca que el Andratx es un equipo «humilde» al que la Copa no desviará del verdadero objetivo de lograr la permanencia en la Segunda RFEF. «Aquí nadie se volvió loco cuando nos pusimos segundos y nadie lo va a hacer ahora».
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«Ni en nuestros mejores pensamientos. Hace cuatro años estábamos en Regional Preferente, donde fuimos campeones y ascendimos a Tercera. Tuvimos la oportunidad de jugar la Copa pero una eliminatoria previa injusta contra el Andorra nos lo arrebató de las manos. Dos años en Tercera y otro ascenso, esta vez a la recién creada Segunda RFEF. Volvemos a tener la oportunidad de jugar la Copa y, esta vez sin previa, dentro de este sueño ganas al Oviedo, un equipo de Segunda División y con pasado en competición europea, y ahora nos espera un Primera en Sa Plana. Será otra fiesta. El fútbol ha sido justo. Ya era hora».
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Desde la lejanía, vivo en el extranjero, me quito el sombrero por las gestas del equipo, ya que esta no es únicamente la única, y es que un conjunto recién ascendido no para de dar alegrías a sus hinchas. No soy de Andratx, pero me alegro mucho por ellos