No diferirá en mucho el once que salga a La Cartuja al que hace dos jornadas empató a cero en LaLiga en San Sebastián frente a la Real Sociedad, con el chileno Claudio Bravo en la portería y como primera de las salidas del ataque verdiblanco por su acreditado juego con los pies que tanto rédito ha proporcionado al Betis. Héctor Bellerín y Álex Moreno serán los estiletes que el técnico de Santiago usará por las bandas para ensanchar el campo y romper el entramado defensivo de los de Bordalás junto a la línea de tres en la que son fijos el francés Nabil Fekir y Sergio Canales en la zona caliente y decisiva del último pase. El tercer hombre, como la película de Welles, debería ser el máximo goleador del equipo con 18 goles, Juanmi Jiménez, básico por su inteligencia, movimientos indetectables y oportunismo, aunque podría tener opciones el capitán Joaquín Sánchez, por peso específico y aportación, aunque éste bien podría ser una de las bazas que el chileno se guarde en función del desarrollo del partido. Una de las claves de la final será el mediocentro y la aportación defensiva y táctica de uno de los puntales del concepto de Pellegrini, el argentino Guido Rodríguez, básico en el corte y en la inteligencia en la lectura de los partidos y de cuyo rendimiento dependerá en mucho el desenlace del partido. Junto a Guido, el portugués William Carvalho, liberado de corsés defensivos y que ha logrado con Pellegrini dar rienda suelta a su creatividad en conexión con la zona de delante bética, en la que la confianza del chileno se ha traducido en su capacidad de marcar y de hacerlo con el talento de un goleador caro. En todo caso, Pellegrini es consciente de las cartas del Valencia, de su sentido también táctico, aunque opuesto al suyo, y de lo difícil que es remontarle un gol a los de Bordalás, por lo que los mecanismos defensivos y la concentración serán tan importantes como la creación: en ello contará y mucho el estado de forma del central Marc Bartra.
El Valencia llega a Sevilla con el recuerdo de la final ganada hace tres años ante el Barcelona y que, hasta ahora ha sido el último momento de felicidad para sus seguidores, que repetirán desplazamiento masivo con más 20.000 valencianistas presentes en La Cartuja. El equipo de Bordalás no llega en la mejor sus rachas tras la imagen ofrecida en los partidos más recientes en los que la proximidad de la final ha mermado su rendimiento, además de no haber pasado de ser un equipo de mitad de la tabla a lo largo de la temporada. La principal duda, que quizá no se resolverá hasta última hora, es la de Gabriel Paulista en el eje de una zaga que casi seguro contará con tres centrales, pues el hispano-brasileño estará acompañado de Mouctar Diakhaby y el paraguayo Omar Alderete. Si Paulista no llegara a tiempo, las alternativas pasarían por formar con defensa de cuatro en línea o retrasar a Hugo Guillamón a la retaguardia. En este caso podría entrar en la medular Ilaix Moriba.
Con el capitán Gayá en la banda izquierda, el lateral derecho puede ser para el portugués Thierry Correia o Dimitri Foulquier, sin descartar que jueguen los dos con el francés por delante, ya que el técnico siempre ha mostrado su confianza en este jugador. La plaza restante en la línea media será para Carlos Soler, mientras que en ataque estarán Gonçalo Guedes y Bryan Gil, sin descartar la participación de Hugo Duro. Por tanto, la presencia o la ausencia de Paulista será el gran condicionante para Bordalás decida la formación del Valencia para tratar de levantar la copa en su ciudad talismán.
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Ganará el Valencia. Tengo un presentimiento. El partido ha empezado igual que cuando el Valencia jugó contra el Baleares. El árbitro riendo y pegando palmaditas a los jugadores del Valencia.