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Con los bolsillos repletos de puntos, el vestuario repartiendo sonrisas y la permanencia en el horizonte, los gestores del Real Mallorca ya miran de reojo el próximo curso con renovaciones, contrataciones y bajas. La prioridad pasa por extender el contrato de Javier Aguirre... un tema que el técnico siempre pasa de soslayo cuando se le pregunta y que puede enquistarse si no se ataja a tiempo.

Las posturas (ahora mismo) están, económicamente hablando, en las antípodas... Es normal que en una negociación cada uno defienda sus posturas. Pero tampoco resulta tan común que los gestores (Díaz, Ortells...) hablen cada día de su deseo por renovar al míster y éste eche balones fuera al tratar su futuro.

«No quiero hablar hasta que nos salvemos», argumenta. Pues nada, pronto saldremos de dudas...