El atacante del Sparta Praga no parecía destinado a que su nombre sonara por encima del de otros delanteros como Álvaro Morata, Romelu Lukaku, Harry Kane, Cristiano Ronaldo, Kylian Mbappé o Robert Lewandowski. Sin embargo, ha sobrepasado a todas esas grandes estrellas de la Eurocopa y se ha instalado en lo más alto de la clasificación de máximos goleadores.
Ahora, es la mayor amenaza para Rumanía y el arma más potente para Eslovaquia. Ambos equipos conviven en el grupo más igualado, el E, en el que todos tienen tres puntos después de la disputa de las dos primeras jornadas (también Bélgica y Ucrania). Por tanto, el último duelo será decisivo para las selecciones en liza, con sus posibilidades intactas de alcanzar los octavos de final.
Ese es el techo de Eslovaquia en una gran competición internacional. Lo consiguió en el Mundial de Sudáfrica 2010 y en la Eurocopa de Francia 2016. En el resto del torneo, o no se ha clasificado o no ha logrado sobrepasar ese ronda. Ahora puede, como mínimo, igualarla, pero para eso necesita no acabar último de su grupo porque supondría su final definitivo.
Su entrenador, Francesco Calzona, sólo tendrá una duda en la alineación, la del lateral zurdo pretendido por el Atlético de Madrid David Hancko. El defensa eslovaco sufre molestias en un adductor y podría quedarse fuera del once. En ese caso, su lugar lo ocuparía Adam Obert. El resto de la alineación, será, si no hay sorpresas, la misma que fue derrotada por Ucrania 2-1.
En el otro lado, Rumanía espera recuperar los viejos tiempos en los que era capaz de pasar de las fases de grupos. Lo ha conseguido en muchas ocasiones: Mundiales de Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998 y en las Eurocopa de Bélgica y los Países Bajos 2000. Ese fue el último año en el que alcanzó unos octavos de final. Y, desde entonces, han pasado ya 24 en los que Rumanía ha estado ausente de las fases eliminatorias.
Por eso, los hombres dirigidos por Edward Iordanescu se emplearán a fondo ante Eslovaquia para restituir más de dos décadas fuera del foco. Y si su rival tiene en Schranz a su máxima amenaza, Rumanía, con Nicolae Stanciu, también tiene buenas armas para derrotar a cualquier rival. Contra Bélgica cayó 2-0, pero tuvo oportunidades de sobra para dar un susto al equipo de Domenico Tedesco. Las apariciones del portero Koen Casteels evitaron males mayores para la 'Dinamita Roja'.
Iordanescu no tiene bajas ni por sanción ni por lesión y sólo tiene una duda en su once inicial. Valentin Mihaila y Florinel Coman se disputan un puesto en la zona izquierda del centro del campo. En el estreno de Rumanía, el primero, tocado físicamente, fue suplente; en el siguiente encuentro, recuperó la titularidad, pero no convenció en exceso; y ahora, para el tercero y definitivo, uno de los dos se llevará el gato al agua para intentar participar en un partido que su equipo espera que sea una fiesta.
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