Jordi Horrach, presidente de la FFIB. | Teresa Ayuga

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Fue cocinero antes que fraile. Jugador, entrenador, directivo, Jordi Horrach Garau (Palma, 1978) asume la presidencia de la Federació de Futbol de les Illes Balears para el periodo 2024-28 después de una victoria aplastante que ni siquiera necesitó de elecciones. No ha tenido rival en las urnas y alzó los brazos con el mayor apoyo de la historia, un 86% al presentar 199 de los de 229 avales. Coge el timón con ideas renovadas y una junta directiva que una junta directiva que presentará el lunes de forma oficial renovada prácticamente en su totalidad y que se ha reducido en más de la mitad. Formar a los árbitros, crear un Centre de Tecnificació de fútbol, nombrar delegados comarcales para estar al tanto de las inquietudes del fútbol balear y un acuerdo de convivencia entre clubes son, a grandes rasgos, los pilares de su proyecto.

En la carrera electoral hubo mucho ruido de fondo pero a la hora de verdad no tuvo rival y ni siquiera ha sido necesario convocar elecciones.
Al final conseguir el 88% de avales del fútbol balear no solo es un éxito sino que es una apuesta clara por nuestra candidatura, por nuestra capacidad para llegar a todos los presidentes con un proyecto nuevo que mejore el fútbol, que lidere en cuanto a la digitalización del propio sistema... Han creído mucho en que la FFIB necesitaba un cambio. Somos gente joven, somos gente nueva y creemos que podemos aportar mucho. Tenemos muchas ideas y eso ha sido la clave. En paralelo ha habido una campaña de desprestigio por parte de un candidato que luego ni siquiera se presentó y al que tengo denunciado por todas las mentiras que dijo. No vale todo para ganar unas elecciones. Lo importante es presentar un proyecto y eso no lo vi en ninguna candidatura. Nosotros presentamos un programa que ya estamos llevando a cabo.

Hace tres años estaba en un club y supongo que no se le pasaría por la cabeza ser presidente de la FFIB. ¿En qué momento vio la posibilidad de presentarse?
Fue una decisión bastante consensuada entre ambos. Cada uno está cómodo en algún lugar. Quizás Pep Sansó no estaba tan cómodo donde estaba ni yo tampoco como secretario general. Ahora me encuentro mucho más cómodo porque me gusta tener trato con la gente de fútbol. Fue una decisión que se tramó hace meses en el que cada uno tenía que encontrar su lugar para poder mejorar el fútbol balear.

¿Cuál será el papel de Pep Sansó en su proyecto?
Creo que tanto Pep Sansó como Miquel Bestard como cualquier presidente que ha estado en la federación tiene que aportar muchas cosas. La experiencia que ellos tienen a nivel federativo yo no la tengo y es fundamental contar con la figura de Pep. Hoy por hoy llevará el área de entrenadores, que es controlar el comité y la escuela, que es muy importante para nosotros. Tenemos el objetivo de llegar a todo el mundo que en los últimos años no lo estamos consiguiendo y además llevará el plan estratégico que nos marcan desde la RFEF para seguir manteniendo las subvenciones que recibimos. Pep es imprescindible para nuestro proyecto.

A grandes rasgos, ¿cuáles son los puntos fuertes de su ideario?
Lo he dicho en campaña y lo repetiré aunque parezca pesado es que los clubes tienen que estar por encima de todo y así lo creo. La Federación no moverá un papel, una decisión económico o un cambio de competiciones si no se aprueba en una asamblea. Se pueden aprobar cuestiones por comisión delegada, pero los cambios importantes lo tienen que decidir los clubes. Y si hay que hacer tres asambleas generales al año pues se hacen. Porque la empresa no es mía, es del fútbol y tienen que entender que también se deben implicar en las decisiones importantes de su federación. Porque nosotros somos empleados de los clubes. En enero tengo previsto hacer una asamblea general para que los clubes avalen ese proyecto que se pondrá en marcha. Lo que digan que sí lo haremos y si dicen que no, pues no se hará. Otro punto fundamental que se activará a partir del 1 de noviembre es el portal del federado, que debe ser una herramienta clave. Los clubes dejarán de tener licencias porque los clubes destinan los tres meses de verano a hacer licencias y el sistema es un poco anacrónico. Todo se hará por un portal en el que si quieres jugar a fútbol te tendrás que dar de alta. Será una aplicación y desde ahí se realizarán todas las gestiones.

Históricamente la FFIB ha hecho mas caso a los clubes grandes y ha dejado de lado a los mas humildes. ¿Es una leyenda urbana o realmente es así?
Pues eso es un grave error. Precisamente en unas horas tengo una reunión con los clubes llamados grandes para tratar de alcanzar un acuerdo de convivencia con los más pequeños para incrementar una cuota de implantación territorial en cada comarca. Qué implica eso. Ahora, las entidades que disponen de más de un club solo podrán tener uno de esos clubes en la máxima categoría, dos en la siguiente y el resto abajo. Eso implica que los clubes pequeños podrán llegar a mas categorías. Un club es una entidad, no un conglomerado de clubes. Esos clubes grandes solo podrán inscribir como máximo cuatro equipos por categoría en fútbol 11 y seis en fútbol-8 de cara a la siguiente temporada. Eso se tratará en la reunión. El que quiere inscribir un equipo más de los designados, dará 500 euros a la federación, un dinero que irá destinado a los clubes de esa categoría.

También existe un problema en los movimientos de jugadores en el fútbol base, ¿habrá un control de la federación en este aspecto?
Así es. Voy a regular que solo se puedan fichar a dos futbolistas por equipo y por categoría para no debilitar al conjunto teóricamente más modesto cuando el grande se lleve a su jugador franquicia. Si quieren fichar a un tercera, deberán dar 500 euros al club por derechos de formación. Al cuarto, 500; a un quinto, 500... de esta forma paramos el trasvase masivo de jugadores, el trasvase de equipos enteros... al final hay que tomar decisiones para que el fútbol en los pueblos se mantenga. En la federación es tan importante un club pequeño que un club grande. No puedo entender que haya alevines hasta el F por ejemplo... Ese es el plan de futuro que tenemos.

¿Va a reducir muchos miembros de la junta directiva?
La federación tiene que ser eficaz económicamente hablando. Una junta directiva muy extensa no es eficaz, no es fácil trabajar con una junta de 33 personas y probablemente estaremos entre 10 y 14 miembros que presentaremos el lunes a la Conselleria y que será gente que tendrá algo que hacer. todos tendrán un cargo y una sección para desarrollar su trabajo.

¿Cuál es el presupuesto y cuantas licencias tiene la FFIB?
El presupuesto exacto algo más de 7 millones de euros, pero la federación gestiona unos dos millones porque los 4,5 son subvenciones que entran a la FFIB y salen a los clubes, tanto de las instituciones como de la Española. Licencias tenemos alrededor de unas 37.000., pero tenemos una falta de instalaciones importantes para dar cabida a todos. En fútbol sala por ejemplo no podemos crecer más.

¿Cuál es el punto estrella de su programa por el que quiera pasar a la historia?
Yo no quiero pasar a la historia. Yo quiero gestionar. Necesito una federación eficaz económicamente y probablemente hoy no lo somos. Vamos a hacer una auditoria laboral para saber en cuanto somos eficaces y cuál es el trabajo que realmente necesita la federación. Estamos sobredimensionados , tenemos más personal del que realmente hace falta. Creo que 20 años después alguien tenía que llegar y tomar decisiones, equivocadas o acertadas, sobre un futuro mejor porque todo el dinero que ahorra la federación lo podemos destinar a los clubes. Tenemos que hacer capaces de hacernos pequeñitos como federación, esenciales pero pequeñitos, para el dinero que nos sobre repartirlos vía subvenciones a los clubes. Tenemos que ser capaces que los clubes que nunca han recibido nada puedan optar a las subvenciones y la FFIB tiene que subvencionar a clubes que lo están haciendo bien o de nueva creación. También es cierto que el fútbol no quiere muchos cambios. Cuando mencionas esa palabra la gente se asusta y para mí los cambios son internos para poder mejorar fuera.

Y en este sentido ya ha cambiado la junta directiva del Comité Balear de Árbitros, la de la propia FFIB...
Y habrá más cambios. Tengo previsto crear un comité de dirección en la FFIB que será la que lleve el día a día y hay una figura fundamental que es la del delegado comarcal. Es indiscutible que hoy estamos lejos de los clubes, que hace años que está alejada de la realidad. Parece que Palma y Pollença estén a 500 kilómetros y estamos a 70. Es importante que los clubes tengan una figura de referencia en cada comarca y tendremos cuatro o cinco aquí en Mallorca para que vayan a los partidos y conozcan la realidad de los clubes. Cuando eres presidente te dejan de llevar porque creen que estás muy ocupado. Y yo quiero tener esa cercanía a través de los delegados comarcales.

Cada fin de semana surgen incidentes en alguno de los 850 partidos que organiza la FFIB. ¿Qué se puede hacer para luchar contra la violencia? que es un problema social no solo deportivo.
Es un problema que nos preocupa a todos. Aquí hay que trabajar sobre dos conceptos: prevención y sanción. Al final si nosotros vamos a esos dos ámbitos de endureces las sanciones, de que un club no pueda tener una subvención porque acumula más de un incidente de público durante la temporada... nosotros podemos actuar sobre la gente que tiene licencia. Creemos mucho en que esto puede mejorar con una serie de sanciones incluso a nivel de puntos que le impliquen perder la categoría. Estamos trabajando en este sentido. Incluso en conmutar sanciones por trabajos a la comunidad del fútbol. Vamos a encontrar alguna solución, pero no va a arreglar el problema que es de la sociedad. En este sentido hemos conseguido que dieciséis personas hagan de instructores para controlar el trabajo de los árbitros. Alguien les tienen que decir lo que hacen mal. Porque el 80% de las llamadas de los presidentes es porque hay problemas en el fútbol base.

Hay dos futbolistas mallorquinas, Mariona Caldentey y Patri Guijarro, nominadas al Balón de Oro. El auge del fútbol femenino es una realidad.
El fútbol femenino en Balears es un ejemplo a seguir para que se estudie en alguna universidad americana. El talento que hemos explotado y que vamos a seguir explotando es fruto de un gran trabajo del fútbol base que ha habido aquí en Mallorca como el Collerense, el Son Sardina, el Platges en su momento, Algaida, ahora el Baleares...Es un éxito de los clubes de la que la federación se siente muy orgulloso. Estamos creciendo en este sentido.

Dos temas de actualidad nacional. ¿Qué futuro le deparará a la RFEF después de que le hayan negado la cautelar y Pedro Rocha y no se pueda presentar, de momento, a presidente?
Es una incógnita incluso para mí. Es otra vez volver a empezar de cero y por lo tanto habrá dos elecciones a presidente en pocos meses y eso no es bueno para nuestro fútbol. Pedro Rocha me felicitó por carta pero no he tenido la oportunidad de hablar. El fútbol no sale beneficiado de todo esto y tiene que encontrar la paz.

Y el tema de Vinícius, con unas declaraciones explosivas sobre el racismo y la petición de que le puedan quitar el Mundial a España por ese problema.
Creo que es una barbaridad lo que ha dicho Vinicius. Es un país que acoge a múltiples ciudadanos de cualquier país del mundo. Creo que tiene una situación particular él y creo que debería pedir disculpas por lo que ha dicho. Hay mucha gente que por desgracia padece racismo, no sólo él, pero España no es un país racista.