La guardameta Cata Coll, calentando con la selección española. | RFEF

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Brasil, una selección con mucho nombre pero venida a menos ante la nueva ola que encabeza España al frente del fútbol femenino mundial, es la última piedra en el camino y en la fase de grupos para el equipo de Montse Tomé, que traslada su cuartel general de Nantes a Burdeos, donde este miércoles (17 horas) se medirán a las sudamericanas con la intención de cerrar al frente de la tabla este tramo inicial del debut en los Juegos Olímpicos de París y pensar ya en los cruces y lo serio.

Con pleno de victorias y prrotagonismo mallorquín -Mariona y Cata Coll son fijas en el once y Patri Guijarro tiene su espacio-, España juega un duelo de gran relevancia, con la victoria o el empate como premisas para amarrar el primer puesto en un Grupo C que lideran con seis puntos -tras vencer a Nigeria y Japón-, por los tres de las brasileñas y las niponas, que podrían forzar incluso un triple empate en función de una combinación: victorias de Brasil y Japoń ante España y una Nigeria que no se juega nada ya.

Un empate asegura el primer puesto a España, que le enfrentaría el 3 de agosto en cuartos de final a la tercera clasificada de los grupos A o B, con oponentes del calibre de Francia, Canadá, Colombia, Estados Unidos, Alemania o Australia en el horizonte de un equipo que, pese a que le cuesta sacar los partidos, lo acaba consiguendo con solvencia y apoyado en su talento y tablas sobre el verde.

La opción de que Patri Guijarro vuelva al once inicial, como ocurrió frente a Japón, sería la gran novedad en el equipo de Tomé, gran favorito para el oro por su condición de campeón mundial. La veterana e ilustre Marta o viejas conocidas como Gabi Nunes son algunas de las referencias de una selección de Brasil que atesora dos platas olímpicas en Atenas 2004 y Pekín 2008, pero que lleva años fuera de las posiciones de honor en grandes torneos.

Con los cuartos en el bolsillo y a dos cruces de las medallas, Mariona Caldentey, Patri Guijarro y Cata Coll aseguran otro diploma para el deporte balear, pero quieren estar el día 10 de agosto en la gran final del Parque de los Príncipes de París. Cerrando un círculo perfecto casi un año después de tocar el cielo en Sydney.