Toni RIpoll posa con los aros olímpicos en la Marina de Marsella. | F.F.

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Hay que irse hasta Marsella, subsede de vela en los Juegos Olímpicos de París 2024, para encontrar al balear con más participaciones en el mayor evento deportivo del planeta. Y no es deportista, aunque gracias a su trabajo y buen hacer, el deporte español (entre él el balear) se ha bañado en otro hasta en cuatro ocasiones. La aventura olímpica de Toni Ripoll Albertí (Palma, 1957) empezó en Barcelona 92. Y no se ha detenido hasta ahora, acumulando desde aquella mágica cita nueve ediciones consecutivas sin fallar: Barcelona 92, Atlanta 96, Sydney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokio 2021 y París 2024.

Uno de los entrenadores más prestigiosos de la vela mundial ha acudido a los Juegos con tres países diferentes: España, Austria y en las dos últimas ediciones, Tohio y París, con Suiza. Repite en Marsella con el 470, ahora mixto, helvético. Lo forman Yves Mermod y MMaja Siegenthaler -cuarta en esa clase hace tres años en Tokio-, quienes semanas atrás navegaban por la bahía de Palma en el Trofeo Princesa Sofía y en el Mundial de la clase celebrado en el Club Náutico de s'Arenal, base de Ripoll.

Profesor de INEF en la Universidad de A Coruña, Ripoll es toda una institución. Por su larga trayectoria y los resultados logrados por sus regatistas. Los primeros más notables fueron los dos oros del 470 español en Barcelona 92: el masculino con el mallorquín Jordi Calafat y Kiko Sánchez Luna y el femenino de Theresa Zabell y Patricia Guerra; repitió en Atlanta, también en 470 femenino y con Theresa Zabell, esta vez acompañada por Begoña Vía Dufresne. Y doce años después, en Pekín 2008, llegó otro oro, esta vez en Tornado y con Fernando Echávarri y Antón Paz.

Particularmente, le han marcado tres de sus pupilos. Ilustres campeones mundiales y medallistas olímpicos como son la citada Zabell, Jordi Calafat y Jordi Xammar, aspirante al oro en París 2024 con el intratable 470 español. A Ripoll le tocará ser rival suyo en aguas de Marsella en los que son sus novenos Juegos. Una marca muy difícil de alcanzar en cualquier registro para el deporte balear. Tras él, vienen los seis de Rudy Fernández, que ya no podrá alcanzarle. ¿Habrá décimos? Los Ángeles 2018 podría ser su siguiente reto personal, profesional y olímpico.