Bagnaia sale de Portimao como rival a batir y Marc Márquez sigue lejos

Bagnaia dominó el segundo día del último test oficial de la categoría reina, como hizo el sábado, con un récord de la pista (1:37.968). Las diferencias, en una prueba más de carrera que el día anterior, se estrecharon eso sí, con Johann Zarco (Prima Pramac Racing) a dos décimas y Fabio Quartararo (Yamaha), a tres.

Como en los entrenos de Sepang, las Ducati volvieron a mandar, ya en el último ensayo de cara al inicio del Mundial, con siete motos entre los ocho primeros este domingo. Quartararo fue quien se coló en la fiesta italiana, cambiando el gesto torcido con el que terminó el sábado y más satisfecho con su M1.

Los mejores españoles fueron Álex Márquez (Gresini Racing MotoGP) y Jorge Martín (Prima Pramac Racing), séptimo y octavo a casi medio segundo de Bagnaia. Mientras, las buenas sensaciones siguen en Aprilia, con Aleix Espargaró (Aprilia Racing), que siguió con las pruebas de aerodinámica y terminó décimo tras lidiar en ambas jornadas con el sindrome compartimental.

Del mismo modo, Maverick Viñales, que fue tercero el sábado, terminó con una sonrisa tras 82 vueltas, duodécimo, pero con buenas sensaciones. No lo son tanto, con las alarmas ya sonando, para Honda, que en una lucha más real de cara al primer Gran Premio no pudo acercarse a las primeras posiciones aunque sí mejoró.

Marc Márquez (Repsol Honda) siguió con las aletas y la toma de aire actualizadas. La intención del ocho veces Campeón del Mundo para la última jornada de pruebas era simplificar trabajo para tratar de escalar algunas posiciones en la tabla de tiempos, pese a sufrir una caída en la curva 1 y un problema mecánico.

Tanto el de Cervera como su compañero de equipo, Joan Mir, siguieron con el chasis ya visto en Sepang en una moto y el nuevo chasis en la otra. Una simulación de MotoGP Sprint dejó ver que Honda está lejos de donde quiere estar, pero se espera que el paso de este domingo tenga continuidad sin descanso.