Difícil encontrar una mejor piedra de toque, un rival que tiene argumentos suficientes para obligar a cualquiera a superarse y que en Francia despierta cierta inquietud, porque conserva las cicatrices de recientes peleas. Los de Kasper Hjulmand derrotaron en los dos duelos a Francia de la pasada Liga de las Naciones, 1-2 en Saint-Denis en junio y 2-0 tres meses más tarde en Copenhague y aspiran a convertirse en la primera nación que derrota tres veces a Francia en un año natural.
Una labor que no se presenta sencilla en el contexto de un Mundial y contra un equipo que, pese a la plaga de lesiones que han enturbiado su preparación, parece totalmente metido en la competición. Ahora será más difícil sorprender a la campeona del mundo, que llega sobre aviso, sabedora, como dice Deschamps, de que Dinamarca es «una selección infravalorada» y que ganarle precisa de elevar el nivel más allá de lo que hicieron ante Australia.
En la hoja de ruta francesa, el duelo contra los daneses es una etapa en la progresión ascendente que aspira a firmar hasta la final del 18 de diciembre, aunque el nivel del rival le obliga a adelantar un poco los relojes. En la reflexión del técnico francés, figura el dilema de si apostar por el esquema ofensivo que alineó contra Australia, con cuatro hombres de ataque, con Antoine Griezmann como enganche, o cubrirse algo más las espaldas.
En la defensa la duda es si reintegrará en el equipo al central Raphael Varane, restablecido de los problemas que trajo a Catar, y si el barcelonista Jules Koundé figurará en el lateral derecho en lugar de Benjamin Pavard. Aunque todo apunta a que los cambios serán los menos, habida cuenta de la satisfacción que dio el equipo en su debut: cumplió el centro del campo, con Rabiot y Tchouaméni, no dio problemas la defensa y se mostró excelso el ataque animado por Kylian Mbappé, Ousmane Dembelé y Olivier Giroud.
Un quebradero de cabeza que tiene que estar perturbando el sueño de Hjulmand, que debe preguntarse cómo detener tanta dinamita ofensiva, aunque el escandinavo advierte de que no se limitará a defender. La confianza que les dieron las dos victorias conseguidas este año son la base para preparar el nuevo asalto a Francia, vital para una selección que no logró pasar del empate a 0 en su debut contra Túnez y que no quiere perder el tren de la clasificación.
El seleccionador danés, un maestro de la táctica, tratará de colocar un laberinto frente a los franceses, apostando por un juego menos directo del que marca la tradición del país y que se apoya en jugadores de toque como Eriksen o Hojbjerg.
- Alineaciones posibles:
Francia: Lloris; Pavard o Koundé, Konaté o Varane, Upamecano, Theo Hernandez; Tchouameni, Rabiot; Griezmann; Dembelé, Giroud, Mbappé
Dinamarca: Schmeichel; Andersen, Kjaer, Christensen; Kristensen, Hojbjerg, Eriksen, Maehle; Skov Olsen, Cornelius o Dolberg, Damsgaard
Árbitro: Szymon Marciniak (POL)
Hora: 17.00 (hora española)
Estadio: 947 Stadium de Doha.
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