Jesús Alfonso suspendió el encuentro de infantiles entre el Alaró y el Collerense el pasado domingo que acabó con una batalla campal entre padres. | Redacción Deportes

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El colegiado del encuentro entre el Alaró y el Collerense, Jesús Alfonso, resalta el episodio de violencia en las gradas como el peor que ha vivido durante más de una década dirigiendo. El árbitro, que deja malparado en el acta al delegado local, señaló en declaraciones a Última Hora Radio que «los padres tienen un buen comportamiento por norma general», aunque sí precisa que «siempre hay alguien que da la nota y acaba incitando al resto; los jugadores del Alaró estaban histéricos y a tope de pulsaciones porque gente del público estuvo constantemente recriminando acciones del juego».

En su relato de los hechos, el árbitro analiza que «ganaba el equipo visitante y aparentemente el público entendió que solo pitaba faltas favorables al Collerense. Expulsé a un jugador local por dos barbaridades que me dijo cuando le había pasado una por alto y ahí creció la tensión. Mientras observaba un saque de puerta los propios jugadores comenzaron a advertirme de que se estaban pegando y cuando me giré vi a un jugador del Alaró corriendo tras un rival y dándole patadas, luego entiendo que son padres del Collerense los que entraron al campo a defender al niño y posteriormente saltaron los del Alaró hasta que se produce».

Jesús Alfonso optó por la suspensión del partido después de observar las dimensiones que alcanzaba la tangana. «Aguanté unos segundos para ver si se controlaba la situación, pero no quería entrometerme porque si intentaba mediar o separar me exponía a recibir entre una multitud de personas. Observé la situación y aparentemente se calmó, luego en los vestuarios me dicen que se vuelven a enganchar», explica. «Nunca había vivido nada parecido», resalta.

El colegiado también recoge en el acta del encuentro el encontronazo dialéctico que mantuvo con el delegado local, que le recriminió su actuación en el vestuario. «Entró gritándome en varias ocasiones de forma violenta ‘¿¡has visto la que has liado!?‘». Además, explica en el acta como el delegado «se olvidó» de él como árbitro cuando atenderle es una de sus funciones. En el acta refleja que tuvo que expulsarle de la caseta «a la fuerza».

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El árbitro del partido que ha dado la vuelta al mundo asegura que nunca había tenido problemas en los más de diez años de experiencia que acumula y observa que «en cada campo hay alguien que da la nota». «Por norma general los padres se comportan, pero siempre hay alguno que da la nota e incita a los jugadores y a los otros padres. Los jugadores del Alaró estaban histéricos y a tope de pulsaciones por culpa de los padres que estuvieron constantemente recrimininando acciones», comenta. Además, añade que en plena vorágine un seguidor local se dirigió hacia él «increpándome y golpeándome con su hombro al mío».

En cualquier caso, también destaca que no se puede generalizar, ya que asegura que «detrás de la portería, por ejemplo, también había padres del Alaró que se comportaron de forma extraordinaria, hay una diferencia abismal entre ellos y lo que se ve en el vídeo».

El colegiado confirma en el acta que solicitó al delegado local la presencia de las fuerzas de seguridad. «La fuerza pública tardó entre 25 y 30 minutos en llegar no sé si es porque no pudieron llegar antes o porque no se les avisó hasta que se lió la tangana», precisa al mismo tiempo que pone de manifiesto que «una vez duchado, pude acceder hasta mi vehículo acompañado por la fuerza pública».

Cabe destacar que es el segundo incidente violento que vive el fútbol balear en apenas una semana, ya que anteriormente fue el joven colegiado Marc Prats el que fue agredido por parte del público a la conclusión del encuentro que enfrentaba al Llucmajor y al Baleares Sin Fronteras precisando asistencia médica al sufrir un ataque de ansiedad después de recibir un golpe en el rotros y escupitajos.