Imagen de archivo del campo del Cardassar. | www.cdcardassar.es

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El seguidor del Cardassar que fue golpeado por el familiar de un jugador del Sant Jordi cadete en el transcurrir del encuentro que ambos equipos jugaron el pasado sábado en Es Moleter, relató en su denuncia ante la Guardia Civil los momentos de tensión que vivió y las consecuencias físicas que sufrió.

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El agredido, Joan Planas, exregidor de Deportes del Ajuntament de Sant Llorenç, se encontraba en el campo de fútbol de la localidad presenciando el encuentro entre el equipo local y el Sant Jordi y en el minuto 71, al expulsar el árbitro a un jugador visitante, éste futbolista, según el denunciante, subió a la grada en lugar de irse al vestuario. Planas relata que instó al jugador a abandonar el campo y no ir a la grada y acto seguido, expone el agredido los hechos que según su versión sucedieron de la siguiente manera: «Le dije [al jugador] que estaba expulsado y que abandonara el terreno de juego y acto seguido por la espalda me agarraron por el cuello diciéndome que me iban a matar y a continuación recibí un golpe con una muleta de aluminio en la zona frontal de la cabeza, caí al suelo tendido con sangre, un compañero de primeros auxilios me atendió en un primer momento y luego mi mujer me trasladó al hospital de Manacor».En su denuncia, el agredido insiste en que desconoce los motivos por los que fue golpeado y que según pudo averiguar, los agresores son familiares del jugador expulsado. «Todo pasó muy rápido, me agarraron del cuello y recibí el impacto en la cabeza».

Por su parte, Miquel Ángel Caimari, presidente del Cardassar, negó que se produjera ningún tipo de «batalla campal» en el terreno de juego y en la grada y en un comunicado hecho público por el propio club, se incide en los hechos que obligaron a la suspensión del partido de cadetes. En este comunicado el Cardassar indica que algunos jugadores intervinieron para «calmar los ánimos» y posteriormente se produjo la detención del agresor, que fue puesto en libertad este lunes. En ningún momento, indica el comunicado «los jugadores del Sant Jordi se resguardaron en el vestuario ante las amenazas de los padres». Niega también el comunicado que se pidiera la suspensión del encuentro en el descanso y que los hechos hay que enmarcarlos en «una agresión aislada que conllevó la identificación y detención del autor de la misma».