Concluyó la inspección. Ernie Walker y Cladio Negroni han
finalizado la primera parte de su trabajo. Los delegados de la UEFA
inspeccionaron el miércoles el Lluís Sitjar y ayer hicieron lo
propio con el de Son Moix, estadio en fase de construcción y que en
marzo debe pasar a convertirse en el centro neurálgico del Real
Mallorca. El club balear considera haber recopilado buenas noticias
tras la visita de los dos emisarios del máximo organismo europeo e
interpreta que no tendrá excesivos problemas para poder jugar los
cuartos de final de la Recopa en el viejo Es Fortí, aunque la
cautela ha presidido las recientes intervenciones públicas de sus
dirigentes.
Ernie Walker, presidente de la comisión de Estadios de la UEFA,
ha comunicado verbalmente al club balear que no tendrá excesivos
problemas para adecuar el Sitjar y poder seguir albergando partidos
oficiales de competiciones europeas. «Las sugerencias que hemos
realizado al Mallorca para adaptar el estadio no son complicadas y
depende del club tomar las determinaciones», apuntó Walker tras
finalizar la visita a Son Moix.
Guillem Reynés reconoció que la directiva ha valorado la
posibilidad de que los cuartos de final de la Recopa se dispoten en
Son Moix y no en Es Fortí, aunque dejó claro que «ahora mismo es
una opción difícil pero posible».
«Son Moix será un estadio fantástico»
Los delegados de la UEFA desplazados a Palma, el escocés Ernie
Walker y el suizo Claudio Negroni, no ocultaron su admiración por
Son Moix. Pese a que el nuevo estadio todavía se encuentra en fase
de construcción, Walker señaló que «será un estadio fantástico y
acorde para un equipo que juega competición europea y que es el
primer en la liga de su país». Los emisaros del organismo
continental, miembros de la comisión de Estadios, aseguraron que
«el hecho de que el presidente sea arquitecto facilita nuestro
trabajo».
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