18/01/99 0:00
TW
0

1 MALLORCA B: Leo Franco (2), Fernando Porto (1), Ivo (1), Potenzoni (1), Sastre (1), Alberto Luque (2), Maldonado (1), Vaqueriza (1), Ramón (1), Valerón (2) y Alvaro Cámara (1).
Cambios: Rondo (1) por Valerón (min. 79).
1 OSASUNA: López Vallejo (1), Ibán Pérez (1), Alfredo (2), Cruchaga (1), Palacios (1), Ziganda (1), Eduardo (1), Orbaiz (1), Josetxo (1), Tzerciak (1) y Matito (1).
Cambios: Luis Pérez (s/n) por Ziganda (min.81) y Markovic (s/n) por Tzerciak (min.80).
ÀRBITRO: Campos Andreu (Colegio valenciano). (1). Regular. Amonestó con la cartulina amarilla a Sastre, Ramón y Cámara del filial y a Iban Pérez, Orbaiz y Matito de Osasuna.
GOLES:
Minuto 38, Trzeciak pasa a Ziganda que remata libre de marca, 0-1.
Minuto 68, Alberto Luque resuelve con la derecha una excelente jugada individual, 1-1.
INCIDENCIAS: 1.755 espectadores. 112.300 pesetas de recaudación.
LO MEJOR: La movilidad de Alfredo y el gol de Alberto Luque
LO PEOR: La alarmante falta de creatividad en el centro del campo del Mallorca B

XISCO CRUZ
La despoblada grada del Lluís Sitjar vivió el 75% del encuentro en estado de hipnosis, adormecida por el frío y por un fútbol tan gélido como inocuo. En el 25% restante aparecieron Ziganda y Luque, dos artilleros de estilos y épocas dispares, pero con un referente común: el gol.

Mientras el veterano atacante de Larrainzar abría la defensa balear con un tanto de empuje y oportunismo a servicio de Trzeciak (minuto 38), el catalán deslumbraba con un slalom cerrado que apuntaló con un latigazo que superó la estirada de López Vallejo (minuto 68). El resto, tarde de frío, lluvia y transistor (1-1).

El choque amaneció claro y se fue enturbiando con el clima. Los insulares brillaron con la luz y los pamplonicas se adaptaron mejor al líquido elemento. Hasta la primera media hora, Alfredo manejó el encuentro con soltura. El joven centrocampista demostró criterio, velocidad, profundidad y espíritu colectivo. Alimentó con frecuencia a Trzeciak y Ziganda, pero las opciones navarras morían al borde del área.

Así, el Mallorca B aprovechó para sacudirse la presión visitante y acercarse al marco de López Vallejo. La mejor opción, la más cristalina, estuvo en las botas de Ramón. El delantero mallorquín aprovechó un error de la primera línea y envió una vaselina tan perfecta que acabó por besar la madera (minuto 29). Hasta entonces, la presencia del filial en campo osasunista fue testimonial.

El equipo de Enrique Martín seguía contando con el manejo del esférico y plasmó su dominio antes del descanso. Vaqueriza marró un despeje y Trzeciak se internó por banda izquierda con velocidad. El polaco levantó la testa y habilitó a un Ziganda que, oportuno y llegando desde atrás, acreditaba a un conjunto que mejoraba con el paso de los minutos. Tan sólo otro remate de cabeza de Ramón pudo limar la distancia, pero su escorzo se perdió a la izquierda de López Vallejo y acabó por cerrar el primer acto.

El conjunto de Nando Pons mejoró su estado de salud tras el descanso. Luque estaba muy desasistido en el ataque y sus intervenciones eran escasas y contadas. La zaga pamplonica manejaba con facilidad las acometidas del delantero catalán.