Aficionados del Valencia recibiendo a sus ídolos ayer en Son Sant Joan. Foto: JAUME MOREY.

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La primera entrega de la obra que están escribiendo Héctor Cúper y su grupo llegará esta noche a la imprenta rodeada de una gran expectación en la Isla (e indiferencia en la Península). El argumento "humilde que reparte lecciones a los poderosos" es tan conocido como apreciado por la afición mallorquinista. Sólo el título sigue siendo una incógnita, aunque todo apunta a que el técnico argentino parafraseará a Georges Sand, otra visitante ilustre, eligiendo el de «Un invierno en la cumbre». Si Celta y Valencia pierden en sus respectivas visitas al Vicente Calderón y al Lluís Sitjar, el Mallorca habrá conseguido un título simbólico, pero en cualquier caso histórico: proclamarse campeón de invierno.

Cada vez más proclive a mirar la zona alta de la clasificación que los puestos de permanencia, Cúper admitió ayer abiertamente que le ilusiona la idea de terminar líder la primera vuelta de la Liga. «Tenemos la posibilidad de ser campeones de invierno y vamos a luchar por ello, que nadie lo ponga en duda». Tras el sorbo de oxígeno que tomó en su debut copero ante el Betis, el Mallorca regresa al Lluís Sitjar sin el liderato, pero con la moral intacta. El testarazo de Carlos en el Ruiz de Lopera ha actuado como un bálsamo en el seno de la plantilla y la goleada del Celta está ya lo suficientemente lejos como para pensar en un punto y aparte.