El filial no enamora

0 MALLORCA B: Leo Franco, Porto, Sastre, Maldonado, Luque, Diego Tristán, Ortiz, Vaqueriza, (Alyson, minuto 80), Ramón, Alvaro Cámara, (Valerón, minuto 69), Ivo, (Caracol, minuto 80).
ÀRBITRO: Jesús Téllez Sánchez (Comité catalán). (1). Regular actuación. Amonestó con la cartulina amarilla a los locales Roca, Estéfano, Luis Manuel, Quini, Miguel Angel, Losada y Jurado y a los visitantes Sastre, Maldonado, Ortiz y Àlvaro Cámara.
GOL:
Minuto 53, Quini se interna en el área y supera a Leo Franco de tiro raso, 1-0.
INCIDENCIAS: Cerca de 4.000 aficionados en el Salto del Caballo de Toledo.
LO MEJOR: Las intervenciones de Leo Franco y el juego de Casquero
LO PEOR: El excesivo individualismo en punta y la fragilidad en el centro del campo

XISCO CRUZ
ENVIADO ESPECIAL
A TOLEDO
El filial se olvidó de enamorar el día de San Valentín. Obvió una festividad básica para concebir el mes de febrero y prefirió exhibirse con un disfraz: el de perdedor. Y eso que algunos se empeñaron en cambiar el vestuario en un arranque galáctico y electrizante, pero al final no hubo sonrisa (1-0).

Al Mallorca B le falta un hombre referencia, un alma, un líder, un elemento que aglutine más del 50% de la capacidad ofensiva del equipo y que aporte criterio y sentido al juego de ataque. El grupo se conforma con amontonar balones entre las piernas de sus tres delanteros y olvida circular el esférico por una zona en la que generalmente se vuelcan los partidos.

Emery y Casquero tardaron 20 minutos en apercibirse de la fragilidad creativa del Mallorca B y asaltar el círculo central de los insulares. Alimentaron con suficiencia a Losada y Quini, ensancharon el campo para que Miguel Àngel y Juanito encararan en acciones individuales y manejaron el partido con espíritu. Así, el filial pasó de dominador a dominado. Después de crear un aluvión de oportunidades (Ortiz en el minuto 1, Tristán en el 8 y Ramón en el 9), el equipo de Pons perdió el sentido.

Losada se encargó al filo del minuto 20 de abrir la batería de oportunidades verdiblancas y Quini, con un inverosímil remate de volea, se encargó de señalar con el dedo al hombre del partido: Leo Franco. Sacó la manopla a testarazo de Luis Manuel, a tiro de Quini, a remates de Losada y tuvo en el larguero a un compañero de viaje de lujo (los locales estrellaron tres balones en la madera).