ARBITROS: Gasperin (FRA) y Dovidavicius (LTU). Excluyeron por personales a Dueñas (m.34), Azofra (m.38), Reyes (m.38), Jiménez (m.38), Rentzias (m.40).
El equipo colegial, construido con la denominación de origen de su prolífica cantera, ha dado el primer paso para convertir en campeones continentales a una hornada de valientes empeñada en hacerse un hueco en la historia. De momento, el particular mundo del Estudiantes vivió una noche inolvidable y conquistó el derecho a disfrutar una experiencia única en espera del desenlace definitivo.
Hasta que eso ocurra, la formación de José Vicente Hernández llevará a gala la satisfacción de haber superado a un enemigo temible sin reparar en la ausencia de uno de sus estadounidenses, Chandler Thompson, un teórico puntal de este equipo que exhibió alma de campeón. A cinco minutos del final, con Roger Esteller abandonado por los suyos en una brega desbocada, los estudiantiles tocaban el cielo (79-61) y, a pesar de perder por personales a Azofra, Carlos Jiménez y Alfonso Reyes en unos pocos segundos, todavía pudieron rizar el rizo (92-73). El Barcelona jugará la vuelta con 16 puntos de desventaja, pero el Estudiantes aún no canta victoria.
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