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Es rápido, tiene instinto goleador, internacional con España, es uno de los máximos artilleros de Segunda y tiene tres años más de contrato con el Real Mallorca. Es Alberto Luque, la nueva sensación en materia de jóvenes promesas y una de las estrellas del combinado que entrena Iñaki Saez. Su gol en Holanda vale su peso en oro, situó a la selección en el liderato de su grupo y él particularmente vivió uno de los momentos inolvidables de toda su carrera deportiva.

El jugador llegó ayer tarde a Palma, cansado por el viaje y por las muchas horas de retraso que acumuló el vuelo que le debía conducir desde Madrid a Palma, pero satisfecho por el trabajo realizado. «El martes marqué el primer gol vistiendo la camiseta de la selección en un partido oficial. Estoy muy feliz, no puedo pedir más».

A Luque todo le sale rodado esta temporada. Por él suspiran muchos equipos de Primera, en Can Barça se dan cabezazos contra la paret por dejarle marchar, en el Mallorca se congratulan de contar con un extraordinario jugador y Cúper dispone de una de las nuevas joyas de la corona. Pero Alberto tiene claro que mantener todo esto sólo se consigue a base de mucho sacrificio. «Esto del fútbol va por rachas y ahora todo sale bien. Pero en este deporte cuando estás un tiempo sin hacer nada nadie se acuerda de ti. Hay que luchar cada día, sacrificarte al máximo y mantener una línea de regularidad».