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Todo ha cambiado. El playoff ha adquirido una nueva dimensión. Birlado el factor pista, Bàsquet Inca contempla con cierta seguridad su continuidad en la Liga Española de Baloncesto (LEB). El grupo de Arbúcies ha aprovechado al máximo su primera oportunidad y se ha desquitado de una buena dosis de ansiedad. Sabe que puede dictar sentencia en el Palau, aunque quizás la sustancia más valiosa que ha adquirido el conjunto mallorquín se llama convencimiento. Curiosamente, el mejor juego del curso llegó ante una situación casi límite. No cabe duda que los papeles se han invertido, aunque los pesos pesados del vestuario inquense se han apresurado a lanzar un mensaje contundente: «Todavía queda mucho camino por recorrer». Aparentemente frenado cualquier resquicio de optimismo, el cuadro mallorquín afrontara este mediodía en A Coruña el segundo asalto.