Los jugadores del Real Mallorca en su periplo de entrenamiento
desde el pasado jueves visitaron las instalaciones de Son Bibiloni,
donde realizaron muy temprano la primera sesión de entrenamiento de
las dos que estaban previstas. Por la tarde se entrenó en el
Príncipes de España, donde hoy se volverá también por la tarde,
mientras que por la mañana se entrenará en el bosque del Golf
Bendinat en busca de la preparación más adecuada hasta viajar a
Kossen el próximo martes, donde se forzará aún más la preparación
para llegar en buena forma a los primeros compromisos de la
temporada.
Las dos sesiones de entrenamiento no depararon ninguna novedad.
Todos los hombres siguen trabajando y salvo un pequeño mareo que
sufrió por la mañana Olaizola, poca cosa más digna de reseñar, como
no sea la toma de contacto con el balón. Ayer, por primera vez
desde el pasado jueves, Mario Gómez dejó a sus nuevos pupilos tocar
el balón. Fue un pequeño partidillo, por decirlo de alguna manera,
en el campo de entrenamiento de Son Bibiloni, aunque sin porterías
y sólo dos toques al balón para pasarlo al contrario.
Fue más un ejercicio con balón que un partidillo, aunque no cabe
duda que los jugadores lo agradecieron, pues el balón es lo que más
les gusta. Y eso fue lo que dio de sí el tercer día de trabajo del
nuevo Mallorca. Quedan dos sesiones más: hoy y una el próximo lunes
por la mañana, ya que por la tarde se tendrá libre antes de
emprender viaje el martes a tierras austriacas donde se terminará
la preparación hasta el día dos de agosto.
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