Christian Karembeu, a su llegada a Palma. FOTO: TERESA AYUGA.

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Fútbol en agosto. Pero fútbol del más alto nivel. Jamás, en el mes más caluroso de año, un partido de fútbol había levantado tanta expectación en la Isla. Ni el sol, ni la playa, ni el verano loco, han podido con el acontecimiento deportivo que se vivirá esta tarde en las cercanías de la Vía de Cintura.

Real Mallorca y Real Madrid abrirán una de las Ligas más espectaculares y caras del mundo. Al interés despertado por lo estrictamente deportivo hay que sumar un ingrediente más a la tarde: La inauguración del estadio multiusos de Son Moix. No se podían escoger mejores actores para tan fastuosa obra. El Madrid viene con todo su potencial y el Mallorca quiere demostrar a la afición que el interés despertado en torno al conjunto de Gómez no es ficticio.

Los rojillos no quieren defraudar, mientras que los blancos desean tomar el relevo del Barça de las cuatro Ligas y la Copa de Europa y convertirse en el nuevo «Dream Team» del fútbol español. Alicientes no le faltan al que sin duda es el acontecimiento del verano por antonomasia. Centrando la atención en lo estrictamente deportivo la función se presenta apasionante. John Benjamin Toshack aterrizó ayer en Palma con toda su artillería pesada aunque algunos de sus más importantes elementos están ligeramente tocados tras el bolo que la selección española jugó en Polonia. A la baja segura de Balic, el galés alineará a tres hombres que vienen con molestias. Michel Salgado, Fernando Hierro y Fernando Morientes. Los tres, en principio, serán titulares, otra cosa es que puedan exhibir su mejor fútbol.

Quien lo tiene extraordinariamente claro es Mario Gómez. Desde el martes ya sabe qué once alineará y cómo debe mover sus piezas. Pero tenerlo todo medianamente claro no es la solución a todos los problemas. Frenar a Anelka y a Morientes. Neutralizar la magia de Raúl y encontrar algún hueco en la zaga son otros de los argumentos importantes que no puede llegar a controlar Gómez. Las soluciones a estos inconvenientes deben encontrarlas los futbolistas sobre el terreno de juego.