A Hakkinen, por un problema en el embrague, se le había movido
el coche antes de que se apagaran los semáforos y tuvo que pisar el
freno para no ser penalizado, justo en el momento de darse la
salida, lo que permitió a Coulthard ponerse a su altura y lo cerró
en la primera curva, con lo cual, después de bloquear ambos las
ruedas en la frenada, llegaron a tocarse.
Coulthard tenía en este circuito la última oportunidad de luchar
por el campeonato del mundo y ha jugado sus bazas al límite, lo que
ha favorecido a Eddie Irvine, quien gracias a su compañero de
equipo, el finlandés Mika Salo, ha terminado en cuarta posición
después de una carrera decepcionante para los seguidores de
Ferrari.
Una vez resuelto el incidente de la primera curva los McLaren de
Coulthard y Hakkinen se pasearon en cabeza de carrera rodando un
segundo más rápido que el tercero, el alemán Heinz-Harald Frentzen
(Jordan 199 Mugen-Honda) quien intentó sacar provecho de la lucha
fraticida en la salida, pero sucumbió ante la potencia de los
motores Mercedes. Irvine puede considerarse de nuevo un hombre
afortunado, pues terminó en cuarta posición y eso gracias a que
Salo retuvo durante muchas vueltas al alemán Ralf Schumacher
(Williams FW21 Supertec). El alemán fue de los pocos pilotos que
pararon una sola vez a repostar y cambiar neumáticos y cuando se
incorporó a la pista fue adelantado por Salo, quien hizo de tapón
para que Irvine lograra una ventaja suficiente para poder detenerse
por segunda vez y seguir delante.
Esta maniobra provocó las iras del director deportivo de
Williams Patrick Head, quien fue a reclamar a su homólogo de
Ferrari, Jean Todt, con el resultado esperado: no le hizo ni caso.
Al final Irvine terminaba en cuarta posición, Ralf Schumacher tenía
que conformarse con la quinta posición y el británico Damon Hill
(Jordan 199 Mugen-Honda), vencedor el pasado año en este circuito,
terminaba sexto.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.