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El naufragio de Córdoba y la languidez exhibida ante el Huelva no han alterado en exceso el discurso de Paco Olmos. Aferrado a un balance sobresaliente "cuatro victorias en cinco partidos" y a la extrema competitividad que anida en el grupo LEB, el valenciano considera que el Bàsquet Inca suena bien y que su baloncesto está en línea ascendente. «Estoy satisfecho con el trabajo del equipo y si dijera lo contrario mentiría. En Córdoba no estuvimos bien y en su momento se analizó lo sucedido, pero ante el Huelva creo que fuímos de menos a más durante casi todo el encuentro. El problema fue que nos relajamos en los últimos cinco minutos y espero que lo sucedido haya servido de lección», significó el entrenador valenciano.

Olmos sigue sin querer plantearse objetivos. El partido a partido, una frase que acuñó en pleno verano, sigue encabezando el guión de cualquier función. «Considero que cinco jornadas han sido suficientes para que la gente se haya dado cuenta de lo mucho que cuesta ganar un partido en la LEB. Los resultados son imprevisibles y plantearse las cosas a largo plazo me parece un error, al menos para nuestro equipo. Siempre he dicho que tenemos una buena plantilla, pero para ser importantes debemos trabajar muchísimo y afrontar cada partido como si de una final se tratara», concluyó.