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61 BÀSQUET INCA: Chambers (14), Roure (1), Monclova (14), Rubchenko (14), Gonzalo Fernández (2) "cinco inicial" Herráiz (4), Yáñez (2), Felipe García (7) y Luis Merino (3).
14 de 31 en tiros de 2 puntos. 9 de 22 en tiros de 3 puntos. 6 de 11 en tiros libres. 25 rebotes (todos en defensa). 14 faltas personales.
53 ULLA OIL ROSALÍA:Poppink (7), Vicario (11), Dicenta (7), Turner (6), Alba (15) "cinco inicial" Koke Rama (7), Iván del Rio (0) y Fredy Navarrete (0).
20 de 39 en tiros de 2 puntos. 3 de 14 en tiros de 3 puntos. 4 de 7 en tiros libres. 29 rebotes (23 en defensa y 6 en ataque). 21 faltas personales.
Àrbitros: Pérez Niz y Sánchez Martí. Sin eliminados.
Marcador cada 5 minutos:(8-6) (18-19) (23-28) (27-32) "descanso" (30-38) (29-42) (51-50) y (61-53) "final.

ALBERT ORFILA
El líder mostró su cara más recia en un partido donde los aspectos cualitativos jugaron casi siempre un papel secundario. La raza, el orgullo y la dureza en las secuencias sin balón cobraron relevancia en el segundo acto y permitieron al Bàsquet Inca prolongar su gobierno en la LEB. El grupo de Olmos andó muchos minutos metido en un laberinto, básicamente porque su perímetro fue un desastre y no fue capaz de inventar otras soluciones ante un Ulla Oil que sacó partido a un manual tan prehistórico como efectivo: rebote defensivo y contraataque.

Pero un guiño al amor propio varió sustancialmente el guión en el último cuarto. Felipe García tomó el mando y rescató al cuadro mallorquín cuando su encefalograma era plano. Primero una bandeja y después un triple sobre la bocina (39-42) rehabilitaron al Inca y cambiaron las perspectivas de un partido que se había torcido desde el principio.

Sólo 27 puntos en 20 minutos delatan el atasco industrial bajo el que vivió el Bàsquet Inca durante el primer periodo. Frío y obsesionado en basar todo su ataque lejos del aro, los baleares fueron un esperpento. Nada funcionaba. Roman Rubchenko se iba al banco con tres faltas en su casillero a los ocho minutos; Albert Roure y Nacho Yáñez pasaban totalmente desapercibidos. Monclova tenía problemas con Dicenta y Chambers apenas pisaba la pintura. Porcentajes para el sonrojo (3 de 11 en triples y 8 de 17 en tiros de 2 puntos) y siete pérdidas de balón proyectaron a un equipo descompuesto. El Ulla Oil controló sin problemas y sin oposición su rebote defensivo, lo que le permitió portar la manija del partido y trabajar siempre con ventaja en el marcador.

Olmos no lo pensó dos veces, rescató a Rubchenko "quince minutos en el banquillo" y decidió repartir la dirección de su equipo. Felipe García y Rafa Monclova coincidieron sobre la cancha y todo cambió. El Inca apretó los dientes y apeló al orgullo. El Ulla Oil se diluyó, entre otras cosas porque nunca encontró una referencia. Un triple de Monclova a ocho minutos para el final (44-42) fue el principio del fin para los gallegos. El Inca había volteado el marcador y no soltó el botín en otra función de infarto.