Diego Tristán cae al suelo tras marcar un gol que puede ser de oro. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

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0 AJAX AMSTERDAM: Grim (3); Nieuwenburg (2), Mokoena (0), Winter (1), O'Brien (1); Van Halst (1); Brian Laudrup (2), Witschge (2), Gronkjaer (2); Knopper (2); Wamberto (0).
Cambios: De Cler (1) por Van Halst, Hose (0) por Wamberto.


1 REAL MALLORCA: Burgos (2); Olaizola (2), Nadal (3), Siviero (2), Míquel Soler (2); Lauren (2), Engonga (2), Francisco Soler (3), Stankovic (2); Biagini (2), Diego Tristán (3).
Cambios: Carlos (1) por Biagini, Carreras (1) por Stankovic.


Goles: 0-1: m.35: Diego Tristán.
Arbitro: Lubos Míchel (Eslovaquia).

TOMEU TERRASA, MIQUEL ALZAMORA Y JAUME ROSSELLÓ
ENVIADOS ESPECIALES A AMSTERDAM
El futurista Amsterdam Arena ha dejado de ser un escenario prohibido para los equipos españoles. El Mallorca quebró todas las estadísticas y rubricó otro triunfo histórico que no hizo otra cosa que prolongar su estigma ganador en competición continental. Fernando Vázquez impuso su manual y Diego Tristán dejó rastro de futbolista enorme. El andaluz capitalizó casi todo el caudal ofensivo balear y tumbó a un Ajax que se alió con la fortuna en la recta final del partido. El Mallorca inclinó la eliminatoria, pero la madera impidió sellar la sentencia y adornar un partido extraordinario.

El cuadro holandés evidenció la calidad de sus futbolistas con mucho toque, pero a su fútbol le faltó casi siempre profundidad y cada vez que los baleares consiguieron armar algún contrataque generaron peligro. Este primer acto tuvo dos nombres propios: Grim y Tristán. El portero del Ajax lo paró casi todo y evitó que su equipo se retirara al descanso con una clara desventaja, mientras que el atacante andaluz fue una pesadilla constante para la despoblada defensa local. El propio Tristán disfrutó de una extraordinaria ocasión para adelantar a su equipo en el minuto 32 de partido tras aprovecharse de una imprecisión de la cobertura holandesa. Recuperó el balón muy cerca del área y tras regatear a Winter en dos ocasiones y la jugada desprendía aroma a gol, Grim se cruzó en su camino e interceptó el balón. No obstante, poco después, el propio Tristán rentabilizó al máximo un nuevo error de la defensa del Ajax para encarar al portero y dibujar un potentísimo disparo que acabó con el balón en la portería. Era el 0-1, el premio para un equipo que había coleccionado un buen número de ocasiones y que supo maniatar a su rival.

En la segunda parte no varió en exceso el guión. El Ajax acrecentó un poco más su dominio y buscó el empate, pero topó siempre con un Mallorca muy organizado y que volvió a disponer de excelentes opciones para sentenciar. Tristán asumió de nuevo máximo protagonismo en las acciones ofensivas. El Ajax acumuló dos buenas ocasiones en el nacimiento de la reanudación, no obstante, un omnipresente Burgos y la falta de pegada de los holandeses propiciaron que el marco balear presentara algún gazapo. En la recta final del partido, Carlos pudo marcar el segundo.