La chica se encaramó al travesaño, a ocho metros de altura, donde sufrió una descarga. | R.S.

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La adolescente de 16 años que recibió una descarga y cayó desde una altura de unos ocho metros de altura quedó tendida en el suelo inmóvil e inconsciente. Unos minutos más tarde, a la llegada de las primeras unidades de la Policía Local de Palma y de los bomberos, la joven recuperó la consciencia y, según varios testigos allí presentes, miró fijamente a uno de los policías y le dijo: «¿Alguna vez has visto algo como esto?». Acto seguido, el agente que la estaba auxiliando la reconfortó diciéndole que había tenido mucha suerte de poder contarlo.

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«No es normal que una persona sufra una descarga eléctrica de alto voltaje y una caída desde más de ocho metros de altura y esté viva. Esto es un milagro». Los amigos de la chica, bomberos, sanitarios y policías no daban crédito a lo que estaban viendo. Según los profesionales, la descarga le entró por una mano y le salió por uno de sus gemelos. «Se le veía la quemadura de gran tamaño, pero la chica estaba despierta y no paraba de hablar», señalan los mismos testigos.

Los amigos confirmaron que estaban en la estructura (grada) de Son Costa y en principio todo apunta a que estaban esperando el tren para regresar a sus casas. Los hechos sucedieron a las cuatro de la madrugada y las residencias de los chicos y chicas las tienen fijadas en la zona de Manacor y Campos. Los equipos de emergencias tuvieron grandes dificultades para poder acceder al lugar del suceso. De hecho, tuvieron que hacerlo a través de una rejilla ubicada en el puente que se encuentra en la calle Ter.